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Entrevista:

SANTOS ZUNZUNEGUI PROFESOR DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL "Los discursos, de palabra o de imagen, son también formas de acción"

"Es necesario reflexionar sin parar, analizar y cuestionarse el discurso que nos llega a través de la imagen o de la palabra, porque los discursos son también formas de acción y de concienciación". Ése es el consejo que Santos Zunzunegui, dice, da a sus alumnos de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Información a través de su cátedra de Comunicación Audiovisual y Publicidad. A este antropólogo social de la imagen, que concibe el cine como "territorio donde saber y placer se refuerzan mutuamente", se le contabilizan varios libros, desde El cine en el País Vasco (1984) hasta el Extraño viaje, que es el último y que ha escrito a raíz de su estancia en Estados Unidos,"un estudio crítico de los análisis que los americanos hacen del cine español, que les lleva a un tópico: la violencia y la sangre". Santos Zunzunegui (Bilbao, 1947) ama el cine, pero no se siente cinéfilo,"porque el cinéfilo suele cometer el error de considerar que no existe nada fuera del cine, que todo se puede explicar en términos cinematográficos y ve el cine como un lugar mágico que todo lo muestra y explica". Lo que defiende este catedrático es "una cierta exigencia en el cine" y pide una crítica cinematográfica independiente porque "la que hay depende de la promoción y del marketing, despreciando la orientación que necesita el espectador". Pregunta. ¿Por qué en todos sus libros habla de rigor?. Respuesta. Porque me gusta un cine que descubra una estructura sólida que soporte la historia y sea coherente y clara, y una lógica entre todos los elementos que componen la película. P. Siendo catedrático de Audiovisual, su discurso estará ligado a la revolución tecnológica. ¿Cree en ella y en el cambio que va a producir?. R. He de creer en ella, pero lo que verdaderamente me preocupa es que seamos capaces de medir su alcance más allá de lo que dicen algunos profetas. El discurso sobre esa revolución está hoy muy mezclado con el discurso empresarial. El gran gurú de esta revolución es el dueño de Microsoft, Bill Gates. Por eso me queda la duda de si una buena parte de ese discurso no está demasiado vinculado al empresarial. P. De una forma o de otra estamos asistiendo a un cambio importante. ¿Qué le recomendaría al usuario? R. Tranquilidad, que no se asuste, que seguro que ha salido de situaciones más complicadas. Que piense, eso sí, que lo más importante es el contenido y que lo que ve es un programa determinado. P. Los títulos y contenidos de sus libros tienen relación con el mirar y con la imagen: Mirar la imagen, Pensar la imagen, La mirada cercana... En esos libros se dice: "Debemos aprender a mirar porque ver no es suficiente". ¿Que quiere dar a entender? R. Simplemente que vemos muchas cosas y consumimos todo eso que vemos y que deberíamos profundizar un poco más sobre qué es realmente lo que vemos, qué presupuestos ideológicos y cognitivos hay detrás de eso que vemos, qué función cumple eso que vemos, qué esperan los que producen esos discursos que hagamos nosotros al verlos, leerlos u oírlos. Es decir, hay que dar siempre un paso más para explorar esa dimensión ideológica, consumista o manipuladora de los discursos. P. El director Herz Frank comentaba: "Si quieres mostrar la vida en toda su veracidad y plenitud tienes que buscar y conseguir las imágenes". ¿Lo cree así? R. Sí, aunque en lugar de conseguir mejor sería construir. Las imagenes no se consiguen, hay que trabajarlas y también entenderlas. De nada vale ver unas imágenes sobre Kosovo sino se sabe que está pasando allí. La imagen no tiene capacidad en sí misma para explicar, es muy concreta y depende muchas veces de dónde está o dónde se ve. Una misma imagen puede transmitir significados distintos publicada en un periódico o en otro. P. Una vieja productora se definía como "ojos oídos del mundo". ¿Eso es el audiovisual? R. Eso es lo que debería ser. En la práctica, son ojos y oídos de intereses y filtran la visión del mundo a través de esos intereses, donde todo está muy mediatizado por diseños de marketing y publicidad que lo condicionan. P. Su primer libro fue El cine en el País Vasco. ¿Como está ahora ese cine vasco? R. El cine vasco, para mí, no existe y creo que hoy nadie se lo plantea, aunque sí se hizo, con mucha polémica, en los años ochenta. Lo evidente hoy es que la punta de lanza del cine español está en cineastas nacidos en el País Vasco, incluso algunos realizan películas relacionadas con las tradiciones más vivas de la cultura española; por ejemplo, el esperpento.

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