Telefónica creará una red en Italia con una inversión de 30.000 millones

Telefónica Intercontinental, filial del grupo Telefónica, acordó ayer la creación de una empresa conjunta con la compañía eléctrica italiana Azienda Comunale Energia y Ambiente (ACEA) para el desarrollo de una red de cable en Roma y la región de Lazio. La empresa, en la que Telefónica tendrá un 49%, extenderá sus actividades progresivamente a otras zonas de Italia hasta convertirse en un operador nacional. Telefónica hará una inversión inicial de 30.000 millones de pesetas en la red.

La alianza con ACEA -la segunda compañía de electricidad en Italia, después de ENEL- ofrece a Telefónica la oportunidad de enfrentarse en su propio terreno con Telecom Italia, accionista de referencia de la española Retevisión, y en una de las zonas más codiciadas del país. Roma, donde Telefónica y ACEA comenzarán sus actividades conjuntas, representa un mercado cercano a cinco millones de personas y unos 195.000 millones de pesetas. El objetivo de la nueva sociedad, en la que Telefónica se ocupará de la gestión con un 49% del capital, se propone alcanzar tres millones de clientes en el año 2002, de los que unos 37.500 serán empresas. Telefónica nombrará al consejero delegado de la nueva sociedad y a sus principales ejecutivos.

El objetivo de la nueva sociedad es la creación de una red de cable de fibra óptica con una inversión inicial de 30.000 millones de pesetas (180,30 millones de euros). La empresa, que saldrá a Bolsa a medio plazo, prestará servicios de voz, datos e Internet a clientes particulares y empresas. La red contará con 280 kilómetros de fibra en Roma y sus alrededores, y se irá extendiendo a otras zonas del país conforme la empresa vaya consiguiendo clientes.

Los nuevos aliados crearán también una empresa dedicada a la atención al cliente en la que la operadora española tendrá un 25% del capital, con opción a elevar ese porcentaje en los próximos tres años.

La entrada en Italia supone la segunda inversión de Telefónica en Europa, después de su desembarco en Austria, y confirma que su alianza con la estadounidense MCI WorldCom es puramente defensiva, y no para afrontar proyectos conjuntos.