Úrculo y los desarraigos

Los personajes a la vez curiosos y distantes, fríos y apasionados, de Eduardo Úrculo (Santurce, 1938) ponen en marcha hoy la temporada veraniega de la galería Cyprus, en Sant Feliu de Boada (Baix Empordà). La exposición Úrculo, que podrá ser visitada hasta el 14 de julio, está formada principalmente por cuadros realizados a lo largo de los años noventa. Las imágenes que contienen muestran la ciudad de Nueva York poblada de personajes que parecen respirar el mismo aire que circulaba por las películas de Bogart y el que aspiraban los protagonistas de las novelas de Dashiell Hammett y Raymond Chandler. Son seres sin raíces, de comportamiento voluble y que evocan la idea de tránsito y de instante efímero. Sus rostros apenas se intuyen ocultos por grandes sombreros, la mejilla de una dama o simplemente por su voluntad de rehuir la mirada del espectador. Junto a las pinturas acrílicas, la exposición también muestra varias piezas escultóricas en bronce que vuelven a evocar la idea de viaje. Precisamente, Úrculo ha inaugurado recientemente una gran escultura pública en Barcelona, en el parque Juan Carlos I de la Villa Olímpica, que ha provocado numerosos comentarios ya que el mismo artista la ha presentado como "un monumento al culo". Se trata de una pieza en bronce que se ha erigido en homenaje al fallecido presidente del Holding Olímpico, Santiago Roldán. La temporada de esta singular galería continuará con la exposición dedicada al artista catalán Santi Moix (del 17 de julio al 11 de agosto) y a Julio Barrionuevo (del 14 de agosto al 21 de septiembre).-