"En Córdoba hay que hablar de Córdoba, que ni se canjea ni se cambia por nada"

Los resultados obtenidos por Rosa Aguilar en Córdoba no son todo lo buenos que podría esperarse. Pese a todo, un acuerdo con el PSOE posibilitaría la salida del Ayuntamiento del PP, que gobierna la ciudad en minoría desde 1995. Aguilar tiende la mano y se muestra abierta al diálogo.Pregunta. Pretende ser alcaldesa tras haber perdido 12.000 votos, dos concejales y bajado un 8%. ¿Tiene lógica? Respuesta. Hay una lógica democrática, que es que hay dos formaciones políticas de la izquierda, Izquierda Unida y Partido Socialista, que tienen detrás de ellas el respaldo mayoritario de la sociedad cordobesa y que suman mayoría absoluta de concejales. Igual de legítimo y democrático es que pueda gobernar la lista más votada como que se pueda gobernar poniéndose de acuerdo varias fuerzas políticas que cuenten con el respaldo de los ciudadanos. P. La suma de izquierdas sólo supera al Partido Popular en un 1,5%. R. Superamos al Partido Popular en los suficientes votos y concejales como para tener el respaldo mayoritario de los ciudadanos y eso es suficiente desde el punto de vista democrático. Lo que me sorprende es que ahora se esté planteando esta situación cuando no se planteó en otros momentos en los que el Partido Popular hacía un pacto para que no gobernará la lista más votada. Hay que recordarle a Merino que en 1991 los socialistas fueron los más votados en Sevilla, y el Partido Popular y el Partido Andalucista pactaron y gobernó Alejandro Rojas-Marcos. Cuando no lo hicieron con mociones de censura, como ocurrió en El Puerto de Santa María (Cádiz) con la participación por Alianza Popular de Teófila Martínez. P. Usted basa el acuerdo en que la izquierda reúne la mayoría. ¿La misma lógica debe aplicarse al panorama andaluz y nacional? R. Estamos hablando de Córdoba, no sé porque tenemos que irnos de Córdoba a la política andaluza, y de la andaluza a la nacional. El voto nos ha puesto un reto encima de la mesa a dos formaciones de izquierdas: que dialoguemos para intentar llegar a un acuerdo. Lo razonable es que se produzcan las cosas como se están produciendo. A nivel nacional los dos partidos han manifestado su voluntad de dialogar. Luego, a nivel andaluz, tendrá que hacerse ese pronunciamiento, que ya ha hecho el PSOE y que la dirección de Izquierda Unida, si así lo cree conveniente, lo hará una vez que se reúna la ejecutiva. Después se responderá a las realidades concretas de las ciudades, hablando en cada una. P. Entonces, ¿usted no cree que el apoyo del PSOE en Córdoba pase por el de Izquierda Unida a los socialistas en los ayuntamientos de Granada o Almería? R. No. En Córdoba hay que hablar de Córdoba, que ni se canjea ni se cambia por nada. Tenemos que hablar de nuestra ciudad en nuestra ciudad. Y en Almería que hablen de Almería, y así... P. José Mellado, el cabeza de lista del PSOE en Córdoba, se ha mostrado favorable a un gobierno con responsabilidades compartidas, ¿cuál es su postura sobre esta propuesta? R. Estamos abiertos a un diálogo amplio que se tiene que producir por el bien de la ciudad. Mi objetivo es dar estabilidad y poder acometer los grandes proyectos que la ciudad de Córdoba necesita. P. Bajando al terreno de lo concreto, el dirigente socialista ya ha pedido los departamentos de Urbanismo, Hacienda, Deportes, Cultura y Servicios Sociales. Parece que quiere comerse el pastel dejándoles sólo la guinda. R. Por decir se pueden decir todas las concejalías que tiene el Ayuntamiento de Córdoba. El problema es que el partido socialista solamente tiene seis concejales. Cuando todavía no se ha iniciado el diálogo, cualquiera puede ponerse a pedir. Frente a la virtud de pedir está la de dialogar. Voy a realizar con mi organización el máximo esfuerzo para que se pueda dar el acuerdo, pero un acuerdo razonable que dé estabilidad y en el que tengamos en cuenta la realidad de cada fuerza política. P. Ahora usted es diputada nacional por Córdoba y también concejal en la ciudad, ¿para cuándo se ha planteado el abandono de su escaño en el Congreso? R. No hay incompatibilidad, en cualquier caso es algo que desde que acepté ser candidata puse en manos de mi organización y será IU la que resuelva el tema. Rosa Aguilar no tiene ningún problema y es la organización la que debe decidir en qué momento se materializa la solución que IU considere más conveniente. No tengo apego a ningún sillón, defiendo que el único contrato temporal que debiera existir es el de la política. P. ¿Podría pasar esa solución por compatibilizar la alcaldía con el Congreso? R. No tengo una bola que me diga lo que va a decidir una dirección que todavía no se ha reunido. En cualquier caso asumiré lo que se decida. P. Cuando Luis Carlos Rejón era coordinador andaluz de su formación y perdió 100.000 votos presentó la dimisión, y ahora Antonio Romero ha perdido otros 200.000 sufragios y no parece que haya movimiento alguno dentro de IU. R. Cuando hay resultados electorales globalmente malos a nivel andaluz o a nivel nacional en algo se tiene que notar. Hay que asumir responsabilidades políticas colectivas. Colectiva, a nivel federal y también andaluz. A partir de ahí, analizar y ver cómo afrontamos el futuro inmediato y sobre todo analizar las causas que nos han llevado a este varapalo electoral, ir a una Izquierda Unida más amplia y dejar de mirarnos el ombligo. P. Ese asumir responsabilidades, ¿pasaría por la salida de sus cargos de Romero o del propio Julio Anguita? R. Soy partidaria de asumir responsabilidades desde el punto de vista colectivo, no individual. Que duda cabe que a mayor responsabilidad mayor cuota parte, pero Julio Anguita, y quiero hacer especial énfasis, ha sido el portavoz de la política que hemos decidido en los órganos de dirección. Por tanto, si esa política ha sido equivocada la responsabilidad es colectiva. P. Si se materializara la salida de Anguita y usted no consigue la alcaldía, ¿estaría dispuesta a asumir la dirección de Izquierda Unida? R. Ahora estoy hablando de Córdoba y tengo un contrato con los cordobeses de al menos cuatro años. Ése es mi compromiso y lo voy a llevar a cabo. P. ¿Aunque no sea alcaldesa? R. Aunque no sea alcaldesa. Mi palabra la cumplo, si no soy alcaldesa seré concejal de mi tierra y trabajaré por ella.

"Igual de legítimo es que gobierne la lista más votada como gobernar con el acuerdo de varias fuerzas"