"¿Por qué ha de ser difícil renovar un Concierto que ya existe"?
Pregunta. Falta año y medio para renegociar el Concierto. ¿Cuál es el reto de esa renovación del 2001, tras la importante ampliación de 1997? Respuesta. En el nivel conceptual creo que se ha llegado prácticamente al pacto financiero con el Estado en un noventa y tantos por ciento. No veo que vaya a haber un planteamiento distinto al actual, salvo los ajustes técnicos que se puedan dar. Todavía no hay ningún planteamiento. Habrá cuestiones para revisar, porque las condiciones son distintas; quizá el tema del cupo, no lo sé. P. ¿Podría dificultar la negociación el hecho de que Jordi Pujol reclame un pacto fiscal que tenga el mismo resultado práctico que el Concierto? R. Supongo que no. Nosotros defendemos nuestro sistema; lo que haga Cataluña no tiene por qué entorpecer lo que es la renovación de algo que ya existe. R. Curiosamente, en el caso del IRPF, aunque la normativa vasca se diferencia de la estatal, no ha sido recurrida por el Gobierno. P. Quizá porque no ha habido detrás un movimiento de intereses que haya presionado a la Administración central. R. ¿Y no será porque en este caso las Haciendas vascas no han establecido un marco ventajoso para el contribuyente, como en el caso de las empresas? Si el tipo marginal del IRPF se hubiera rebajado al 20%, seguro que hubiera habido un recurso. R. Pues no lo sé. Esas situaciones teóricas no se pueden dar. Las Diputaciones, al margen de demostrar su capacidad fiscal, tienen que recaudar; hay que cubrir unos objetivos de ingresos, que no permiten hacer lo que se quiera. El Impuesto de Sociedades tiene una participación en los ingresos mucho menor y te da más margen de maniobra. En el fondo creo que estas medidas no vendrían sino a compensar la superior presión fiscal que tienen las empresas en el País Vasco. Y no porque las bases y los tipos imponibles lo sean, sino porque aquí se da una mayor exigencia y cumplimiento tributarios. P. ¿Y no recurren excesivamente al victimismo las autoridades vascas al defender y explicar sus actuaciones? Parece que siempre hay una conjura de jueces, la Administración central, Bruselas... contra nosotros. R. Victimismo, no. Lo que sí tenemos es la apreciación de que, desde fuera, no se entiende demasiado la singularidad del Concierto en el Estado; y, desde dentro, que hay gente que está incómoda con el Concierto, con el Estatuto y que no cuestiona una norma concreta, sino esta situación diferencial en su conjunto. P. Pero cabría estar de acuerdo con el Concierto y discrepar con el uso concreto que se hace de él. ¿Por qué un crédito fiscal del 45% de la inversión, y no del 25%? R. Creo que no se cuestiona tanto el uso del Concierto, como el instrumento en sí.
