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ELECCIONES 13- J Los pactos

La cúpula del PSOE insta a "agrupar todo el voto de izquierda" en las generales

Anabel Díez

Los socialistas no tienen tiempo que perder para conseguir el objetivo de "agrupar todo el voto de la izquierda" para las próximas elecciones generales, según instó ayer el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, al plenario del grupo parlamentario. Así que con esta tarea prioritaria en la dirección del PSOE no hay prisa para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, si bien el ex vicesecretario general Alfonso Guerra pidió que se trabaje para lograr un candidato "por unanimidad". El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, fue más explícito: el candidato debe agradar a todo el partido, y también a Felipe González y a Guerra.

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Al tiempo que se hace este discurso interno de aglutinar el voto de izquierdas, han empezado las negociaciones en todas las federaciones para conseguir los gobiernos de una quincena de ciudades y del Ejecutivo balear con la ayuda indispensable de grupos regionales, la mayoría de carácter conservador, a excepción del Bloque Nacionalista Galego (BNG) en Galicia e Izquierda Unida en Andalucía. La reunión del Grupo Parlamentario Socialista, celebrada a puerta cerrada, sirvió para que Almunia hiciera ante sus parlamentarios un análisis de los resultados electorales del domingo y que una quincena de parlamentarios expusieran sus puntos de vista. "Ha habido una gran satisfacción en las explicaciones, casi euforia", dijo el secretario general adjunto del Grupo, Luis Martínez Noval.

Almunia constató la conquista de "poder institucional" por lo que había motivos para el contento pero no para sentirse "totalmente satisfechos", aseguran que dijo. El secretario general afirmó que se había producido "cierta inflexión" en el estancamiento de su partido en las capas urbanas, registrándose una sensible recuperación, pero que existía todavía una bolsa importante de potenciales votantes tanto de IU como del PSOE que se han refugiado en la abstención.

El diputado de la corriente Izquierda Socialista Antonio García Santesmases expuso que no ve con satisfacción el declive de IU por cuanto que puede marcar una tendencia a que nazcan, crezcan y se consoliden grupos de izquierda con carácter nacionalista que aglutinen a sectores que no votan al PSOE, como puede ser el caso del BNG, la Chunta Aragonesista o Euskal Herritarrok. Este discurso no es generalmente seguido en el PSOE y en Nueva Izquierda (NI). Almunia y el secretario general de NI, Diego López Garrido, aspiran a quedarse con todo el voto de IU. Este último atribuyó ayer a la coalición de su partido con el de los socialistas, bajo el rótulo PSOE-Progresistas, parte del éxito obtenido y destacó el papel de sus candidatos en Cantabria, Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha. "La situación de IU tiene mucho que ver con la salida de Nueva Izquierda una vez que vimos que era imposible la batalla por la renovación", dijo.

Negociar con la derecha

Mientras que en los análisis y en las expectativas de futuro todos los dirigentes socialistas miran hacia una hipotética bolsa de votantes de izquierda todavía remisos a sus posiciones, se observa con naturalidad el comienzo de las negociaciones con fuerzas políticas de derecha. Nadie en el Grupo Parlamentario tomó ayer la palabra para poner objeciones a esta situación. Muchos diputados escuchaban con atención en los pasillos del Congreso el análisis del diputado balear Antoni Costa, cuya coalición de fuerzas progresistas ha obtenido mayoría en los consejos insulares de Menorca e Ibiza, y que se propone intentar pactar con Unió Mallorquina para arrebatar el Gobierno al PP. El canario Jerónimo Saavedra contemplaba con escepticismo la posibilidad de que Coalición Canaria quiera tratos con ellos. Los socialistas gallegos si ven factible un acuerdo con el BNG en tanto que los andaluces se mostraban más que cautos ante las negociaciones con el Partido Andalucista para Sevilla y Granada. En Zaragoza el ex ministro Juan Alberto Belloch, a pesar del ascenso experimentado, tendría que conseguir el acuerdo con la Chunta Aragonesista y el PAR.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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