Cabinas mayores o menos papeletas
Mucha papeleta para poca cabina. En múltiples colegios electorales hubo que dejar las papeletas de las europeas fuera de las cabinas, y esta falta de privacidad levantó numerosas protestas. No obstante, el día fue tranquilo. Tan sólo se registró un puñado de incidentes. Como es habitual los mayores votaron antes que la juventud. Así fue en Hernani, en el barrio bilbaíno de San Francisco y el centro de Vitoria. En Hernani -16.927 electores- hubo prisa por votar. A las 12.30 las urnas rebosaban papeletas. El 30 % ya había votado. Muchos, sin ningún escrúpulo por revelar sus preferencias."¿Qué por qué no me meto en la cabina? Porque no tengo nada que esconder", respondía un votante de EH en este feudo de la formación abertzale. "A ver si esta vez se hace justicia y gobernamos. Es lo que quiere la mayoría social de este pueblo". En las pasadas municipales HB fue relegada a la oposición a consecuencia de la alianza entre EA,PSE y PNV que dio la alcaldía a José Antonio Rekondo (EA). Otros, más recelosos, echaban pestes por la disposición de las cabinas. "No hay derecho. A ver si inventan otro sistema, porque estas cortinas no sirven para nada". La inmigrante que así decía explicaba el porqué de su discreción: "Aquí, dependiendo de a qué partido votes, escuchas cualquier cosa o te miran mal". En la Casa de Cultura de Viteri, en Hernani, también hubo algún que otro despiste. "Ama, que cada papeleta va en distinto sobre", le advirtió una mujer a su anciana madre. "Pues yo no sé para qué tanto lío...". El colegio público de la calle San Francisco, en Bilbao, era un a mediodía un continuo ir y venir de votantes. Sobre todo, gente mayor. Sobre todo, mujeres. Incluso algún yonqui. Una señora despistada preguntó a una apoderada de EH: "¿Dónde está la mesa para votar al soe?" La apoderada consultó el listado, le indicó qué mesa le tocaba y le explicó que allí debía elegir las papeletas del PSE -"una para cada una de las tres elecciones"-. La señora se fue apresurada al darse cuenta. "¡Tú eres de HB!" La apoderada, con una acreditación de EH en la solapa, atribuyó la ignorancia de la mujer al "alto analfabetismo de este barrio". En los pasillos dos chicas llamaban la atención por el colorido de sus melenas, el amplio muestrario de pendientes que lucían y porque ambas, Arrate, de 20 años, y Nerea, 22, eran de los escasísimos jóvenes que se dejaron ver por la mañana. Ambas declararon haber votado siempre desde que estrenaron mayoría de edad. "Los jóvenes necesitamos más apoyo, nos tienen muy dejados", aseguraron. Más de un elector prefirió volver más tarde para evitarse las colas. A Isolina Prieto no le importó esperar. "Voto siempre, porque entre la mayoría hacemos la fuerza", declaró esta gallega de nacimiento, de 59 años, y bilbaína desde hace casi cuatro décadas. Los vitorianos elegían ayer al sucesor o sucesora de José Ángel Cuerda, su único alcalde desde la dictadura. Una novedad que ayer se podía palpar en el centro de la ciudad, feudo de la burguesía y las clases acomodadas de una capital tradicional y clásica como Vitoria. Las clases medias ilustradas de la capital vasca acudieron en buen número a votar antes de comer (al mayoría al PP o al PNV), más llamadas por la hora del vermú que por la de misa. Y es que estaban muy preocupados por elegir al sucesor de Cuerda. Escasos incidentes Un total de 3.200 ertzainas velaron por la normalidad de una jornada que resultó bastante tranquila. Los incidentes destacables fueron escasos: Dos jóvenes estuvieron detenidos algo más de una hora por la Ertzaintza por repartir panfletos sobre el gaztexe en Abadiño; la policía vasca retiró fotos de presos de ETA en cuatro colegios electorales; un apoderado de EH en Barakaldo fue agredido por un joven cuando salió a tomar un café; sendos concejales del PP en Irún y Rentería fueron increpados al votar; varios escoltas de ediles populares en Ermua tuvieron que abandonar un colegio electoral ante la queja de la mesa; una apoderada denunció ante la Junta Electoral que en una mesa de San Sebastián se estaba abriendo el voto por correo antes de concluir la votación; la Junta Electoral ordenó a una mesa que rompiera un voto de las municipales, elegido al azar, porque un canadiense votó pese a no tener derecho a hacerlo.
Esta información ha sido elaborada por Maribel Marín, Txema G.Crespo y Naiara Galarraga.
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