El PP se consolida en la provincia de Alicante
El Partido Popular consolidó ayer su hegemonía en las principales ciudades de la provincia de Alicante, salvo en el tradicional feudo socialista de Elche, donde el actual alcalde, Diego Macià, no sólo revalidó su cargo, sino que lo hizo con mayoría absoluta. Esta victoria de Macià en Elche no es más que una excepción en un contexto generalizado de triunfo de los conservadores. Estas mayorías en los ayuntamientos llevarán también al PP a mantener el poder en la Diputación. La victoria de los populares, empezando por la capital, se extendió a la mayoría de las ciudades de tipo medio, como por ejemplo Alcoy, Elda, Torrevieja, Guardamar, Santa Pola, Orihuela y Benidorm. En muchos de estos casos, el PP gobernará ya que obtuvo la mayoría absoluta, caso de Orihuela y Benidorm . En otras localides, como Elda y Alcoy, el gobierno podría recaer en la izquierda de prosperar pactos postelectorales entre el PSPV y EU, que matemáticamente superan en número de concejales a los obtenidos por el PP. De este modo, el PP revalida su hegemonía en sus principales bastiones, como es el caso de la capital de La Vega Baja, Orihuela. En esta localidad, ni los escándalos por presunta corrupción ni la escisión del grupo popular municipal han impedido que el alcalde, José Manuel Medina, vuelva a gobernar en los próximos cuatro años. Los resultados de la jornada electoral de ayer arrojan varias incógnitas en consecuencia del avance de los populares. En municipios gobernados por los socialistas durante la pasada legislatura, como Elda y Alcoy, la escasa diferencia entre el número de concejales del PSPV y el PP abren la posibilidad de pactos de gobierno entre la izquierda. En Villena, capital de L"Alt Vinalopó, el PP mantendrá previsiblemente la alcaldía. Esta situación se repetirá en el resto de cabeceras de comarca excepto en la del Baix Vinalopó, Elche. Ayuntamientos donde la gobernabilidad dependerá de la habilidad negociadora de los partidos son los de San Juan y L"Alfàs del Pi. En el primero, el empuje de los populares puede hacer peligrar la coalición de centroizquierda. En L"Alfàs del Pi, la expulsión del alcalde, Antonio Fuster, de la disciplina socialista a principios de 1998, no ha sido impedimento para que pueda volver a gobernar. Los resultados globales en la provincia echan por tierra las aspiraciones socialistas de desbancar al PP de la Diputación. Julio de España seguirá presidiendo con el apoyo de una mayoría aún más amplia.
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