Un hombre mata a otro a balazos en pleno centro por una supuesta venganza pasional

Raúl R. S., de 25 años, murió ayer de dos disparos en la calle de Maldonadas (Centro). Un hombre de mediana estatura y vestido con chándal estuvo conversando con él y con su acompañante, Eduardo S.G., de unos 50 años, durante unos cinco minutos. Luego sacó una pistola y disparó tres veces, según los testigos. Raúl recibió un balazo en la cabeza y otro en el estómago. Murió en el acto. Eduardo ingresó en estado grave en el hospital Clínico. La policía cree que el crimen se debió a un "ajuste de cuentas por asuntos sentimentales". El homicida seguía anoche libre.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 19.30. Según las primeras pesquisas policiales, los tres implicados iban en el mismo coche, un Audi 90 de color gris. La persona que ocupaba la parte trasera, tras charlar durante un rato con Raúl y Eduardo, les disparó. La policía investigaba ayer si los tiros se hicieron desde dentro o desde la ventanilla del conductor. El homicida, según los testigos, abrió después la puerta trasera del vehículo y cogió una bolsa. La enrolló en una chaqueta y salió andando hacia la plaza de Cascorro.

Los testigos aseguran que el hombre que efectuó los disparos iba vestido con chándal, era joven y medía 1,80 metros aproximadamente. Los vecinos de la zona señalaron ayer que no le habían visto con anterioridad por la zona.

Un coche le esperaba

Una mujer rubia, de mediana edad, le estaba esperando en el interior de un Renault 21 de color granate, con matrícula de Toledo. La conductora tuvo que dar marcha atrás porque estaba en paralelo con otro vehículo que le estorbaba para abandonar el lugar. Después salió rápidamente en dirección hacia la calle de los Estudios, siempre según el relato de los testigos y vecinos que vieron el suceso. "Al principio creímos que los tres disparos eran petardazos, pero luego vimos pasar a un hombre que llevaba el arma. Cuando salimos, las dos víctimas estaban en el interior del coche", señaló el camarero de un bar.

Los dos heridos se encontraban en el interior del vehículo. Un testigo llamó por un teléfono móvil a la policía, que montó un dispositivo de búsqueda por la zona. También alertó a la Guardia Civil de Tráfico y a las policías municipales de las localidades de la periferia. Buscaban el Renault 21.

Mientras, una ambulancia del Samur atendió a los heridos. Cuando llegaron los facultativos, Raúl R. S. había fallecido. Intentaron reanimarlo, pero todos los intentos fueron infructuosos. Sólo pudieron certificar su muerte.

Su acompañante, Eduardo G. G., estaba con vida, aunque sus heridas eran graves. Fue trasladado al hospital Clínico, donde quedó ingresado con pronóstico grave.

La policía atribuía anoche el crimen a un supuesto ajuste de cuentas por motivos sentimentales.

Los vecinos de la zona señalaron ayer que no conocían a ninguno de los cuatro implicados en el tiroteo. Raúl R.S. tenía un antecedente policial.