Las sombras de Paco
La sombra de Paco, como le llaman sus amigos, proyecta desde hace varios años la imagen de dos jóvenes que le ayudan en sus operaciones financieras más arriesgadas: sus sobrinos Alfonso y Beatriz García Paesa. La policía intenta localizarlos sin éxito desde 1995 para que expliquen por qué participaron en algunas de las operaciones de su tío que sirvieron para ocultar el botín suizo de Luis Roldán. A una reciente citación judicial su madre contestó que la joven abogada reside en Nueva York.
En el rastreo de las cuentas en el Aresbank ha aparecido una a nombre de Beatriz. La abrió en enero de 1994, justo cuando se transfirieron desde Suiza a este banco los 1.700 millones del ex director general de la Guardia Civil, condenado a 28 años de cárcel. Según el informe pericial, en octubre de 1998 la cuenta de Beatriz tenía un saldo de 7.211 pesetas. Desde entonces no la ha usado. Como a su tío, se la ha tragado la tierra.
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