Incierto equilibrio en Málaga

El PP tiene prácticamente asegurado que repetirá en la mayoría de las alcaldías que ahora tiene en la provincia de Málaga (24), pero no tiene ni mucho menos asegurada su continuidad en la presidencia de la Diputación. En 1995 consiguió 13 de los 31 diputados y se hizo con el Gobierno gracias a un acuerdo tácito de no injerencia con el Grupo Independiente Liberal (GIL), con tres escaños. El PSOE, que gobernó la institución desde 1979, tiene ocho, y siete Izquierda Unida. Las expectativas de mejora del PSOE y el presumible descalabro de IU pueden colocar a los socialistas de nuevo en situación de recuperar la presidencia. Unos y otros están de convencidos de que nadie tendrá mayoría absoluta. El PSOE, que ha intensificado su campaña en la provincia, confía en arrebatar al PP un diputado en La Axarquía y otro en Antequera, y mantener el único escaño de Ronda. Además, los socialistas esperan mejorar en la comarca de Málaga, que es la que más diputados elige (17) y donde en 1995 fue tercera fuerza política. Muy determinante serán los resultados de la Costa del Sol, que por población gana un diputado (7) y donde el GIL pretende una expansión. Si al PSOE le salen las cuentas, el alcalde de Ronda, Juan Fraile, podría ser presidente con el respaldo de IU. El PP tendría una difícil papeleta, pues presumiblemente necesitaría el apoyo de GIL, partido con el que se ha jactado de decir que no hay acuerdo posible.