_
_
_
_
_

El Micalet inicia el derribo de su antigua sala para abrir un moderno teatro polivalente en el año 2000

Ferran Bono

Se había quedado vetusta. Sus instalaciones apenas podían albergar los numerosos actos programados, entre ellos, las obras de teatro de la compañía residente. Por ello, los picos y las mazas se adueñaron ayer de la antigua sala de teatro de la Societat Coral El Micalet de Valencia para derribarla y no dejar nada del que ha sido uno de los reductos más populares de la ciudad. Desde su construcción en 1950 han pisado las tablas del escenario actores dramáticos, cómicos, cantantes de zarzuela, intérpretes de música clásica, de la nova cançó, del folclor valenciano e incluso de jazz. El Micalet fue pionero en introducir en Valencia la fórmula del café-teatro en las postrimerías del franquismo. En el mismo solar de la céntrica calle de Mestre Palau, pegado a la espalda de la sede del edificio del Micalet, recayente a Guillén de Castro, se levantará una moderna sala polivalente con forma de herradura a la italiana y capacidad para más de 400 butacas, casi el doble del aforo anterior. 106 años después de su fundación, la Societat Coral El Micalet afronta el nuevo milenio con un nuevo proyecto que permitirá además contar con nuevos aularios sobre el teatro para impartir las clases de música y danza homologadas por la LOGSE. El edificio tendrá cinco alturas y un sótano. Hace poco más de cuatro años, el Micalet firmó un convenio con la Consejería de Cultura y la de Obras Públicas (a través del Plan Riva), entonces gobernadas por los socialistas, para ampliar y modernizar las instalaciones. La primera ha aportado 200 millones de pesetas al proyecto y el Plan Riva se hace cargo del resto. Tras solventar los numerosos problemas burocráticos y concluir el diseño arquitectónico (de Carlos Montesinos), ayer empezaron las obras de derribo que durarán cerca de un año. La sala se cerró en el mes de mayo de 1998, recordó el director de la compañía, Joan Peris, quien aseguró que se ha tenido presente la opinión de los profesionales del teatro en el diseño de la sala. Pero la Societat El Micalet, con unos 1.000 socios entre fijos y temporales, organiza muchas otras actividades en virtud de su carácter cívico y de su propósito de "servir a las necesidades de nuestro pueblo, y por tanto utilizamos el valenciano", según comentó ayer el presidente de la entidad Frederic Jordán. Además de la compañía de teatro que lleva su mismo nombre y que cosechó un gran éxito con la representación del espectáculo Ballant, ballant, El Micalet cobija al Institut Musical Giner, la Jove Orquestra Salvador Giner, la Rondalla El Micalet, el Institut de Dansa y el grupo de danza Alimara. También convoca los Premis el Micalet que galardonan obras literarias en valenciano y entidades que se han destacado por la defensa de "la identidad nacional".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_