Privatizar, el verbo de moda
Los ayuntamientos andaluces han sido poco proclives en esta legislatura a desprenderse de sus empresas públicas. Y si lo han hecho ha sido casi siempre de manera parcial. Un vistazo a las ocho capitales, en manos del PP, permite contrastar la fiebre privatizadora del Gobierno de José María Aznar, con una SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) muy activa, con la tendencia municipal a ceder la gestión pero no el grueso del capital. Con excepciones. Almería. El Ayuntamiento de Almería ha privatizado la gestión de dos empresas municipales. Entre las más llamativas hechas por el actual alcalde, Juan Megino, destaca el servicio de Parques y Jardines, para el que los populares crearon una concejalía específica al llegar al poder en el 95. Otra operación importante fue la del servicio de transporte público, cuyo "correcto equilibrio", según el alcalde, requería una inyección anual de 350 millones del Ayuntamiento. "Con la nueva concesionaria ese canon va a ser de 195 millones", se ufana Megino. Igual suerte corrieron los servicios mortuorios del cementerio, la limpieza de dependencias municipales, la asistencia domiciliaria (traspasada por el PSOE) y la contratación de proyectos del Ayuntamiento. La última privatización prevista y cuyo pliego saldrá a licitación en breve es la regulación de los semáforos los fines de semana. Según el alcalde, con esta operación el Ayuntamiento se "ahorrará" 300 millones anuales. Cádiz. La única privatización que ha acometido el Ayuntamiento en cuatro años ha sido la del mantenimiento y la reparación de los semáforos. La firma Etralux se ha hecho cargo de esa gestión y del Centro de Control de Tráfico. Otras empresas concesionarias se ocupan tradicionalmente de la limpieza viaria y de la recogida de basuras, así como de los servicios de mantenimiento en las playas y en los jardines. El Ayuntamiento mantiene el 51% de las acciones de Eléctrica de Cádiz (Ecasa). El resto se lo repartieron Sevillana y Unicaja, en una operación que pilotó el PSOE en su anterior mandato. Córdoba. Por voluntad propia o no, lo cierto es que después de cuatro años de gestión del PP en Córdoba, las cinco empresas municipales (agua, basuras, transporte, vivienda y gestión del suelo liberado por Renfe) siguen siendo de titularidad pública. El equipo de gobierno no tiene libertad para privatizar, pero sí para encargar trabajos que, por su escasa cuantía o por circunstancias excepcionales de urgencia, dependen directamente de la comisión sin necesidad de pasar por el pleno. Y lo ha hecho. Huelva. El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, del PP, no ha realizado ninguna privatización en este mandato. Todo lo contrario. Pedro Rodríguez, que ha gobernado en minoría con la permanente necesidad de entendimiento con IU, municipalizó el servicio de limpieza de los colegios públicos, lo que convirtió en funcionarias a 100 trabajadoras. El alcalde aceptó esa actuación, contraria al programa del PP, para conseguir la abstención de IU en los presupuestos de 1996. Jaén. La mayor crisis con la que se ha enfrentado el alcalde de Jaén, Alfonso Sánchez, se ha centrado en la privatización del agua, que en 1997 se entregó, tras un concurso que levantó las iras del resto de empresas participantes y de la oposición, a Fomento de Construcciones y Contratas. Falta de transparencia en el proceso y adjudicación inadecuada fueron los argumentos en contra de la concesión. Ahora, un informe provisional de la Cámara de Cuentas ha puesto de manifiesto presuntas irregularidades. El PP también trató de privatizar los cementerios, pero finalmente el proceso se paralizó. Málaga. La piña hecha por la oposición en Málaga -PSOE, IU y Grupo Mixto- ha impedido al PP privatizar. Es más, ha forzado a los populares a subrogar a través de una sociedad anónima municipal a cerca de 400 trabajadores de dos empresas privadas que se encargaban de la limpieza de colegios (Selsa) y de la atención a domicilio (Eulen). La única privatización parcial que el PP ha ejecutado es la de la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Servicios, que ha pasado de tener un capital 100% municipal a incorporar con un 49% a Unicaja y Ferrovial, lo que reportará 1.200 millones. Sevilla. El Ayuntamiento de Sevilla no ha privatizado ningún área. Ésta es la respuesta oficial del gobierno municipal de PP y PA. Sin embargo, la oposición asegura que se está abordando una privatización encubierta mediante contratas externas de servicios. La Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas tiene contratadas a diferentes empresas para la revisión de los contadores y el mantenimiento de redes; Transportes Urbanos ha cedido la gestión de tres líneas; el traslado de basuras hasta los vertederos lo realiza un empresa privada contratada por la pública Lipassam; la gestión de algunas instalaciones deportivas municipales se ha cedido a gimnasios privados; la prestación de servicios sociales a domicilio lo ofrecen firmas del sector y el sistema de recaudación está en manos privadas...
Del "holding" municipal al apellido 2000
Las ciudades de mediano tamaño tampoco se han quedado atrás en la fiebre de vender lo público. Aquí tres ejemplos. Jerez. El Ayuntamiento de Jerez ha colgado varias veces el cartel de Se vende durante la legislatura que ahora termina. De todos es sabido el interés que ha mostrado el consistorio jerezano por desprenderse de algunas sociedades que componen lo que el alcalde, Pedro Pacheco, bautizó como el holding municipal. Los esfuerzos han servido para poco, ya que la privatización sólo llegó a buen término en el caso del Xerez Club Deportivo SAD. El empeño del consistorio en estos momentos se concentra en el circuito de Jerez y en Onda Jerez TV. Algeciras. Esta ciudad fronteriza, más aún que las que lo llevan en el nombre, ha mantenido con los andalucistas un equilibrio entre la concesión de servicios a empresas privadas y la creación de empresas municipales. El que fue el Servicio Municipalizado de Agua ha sido el asunto más zarandeado por la oposición en la campaña electoral, ya que durante el gobierno que durante varios años compartieron andalucistas y populares, se procedió a la creación de la empresa mixta Emalgesa, que se encarga en la actualidad de este servicio. Esto ocurrió después de que el gobierno municipal decidiese la contratación de la empresa Sogesur para que se hiciese cargo del 49% de la empresa, compartiendo el otro 51% con el consistorio. Tras la ruptura del pacto PA-PP, los andalucistas decidieron crear la empresa mixta Somixur para la la construcción de dos obras principales de la ciudad. También se ha creado la Empresa Municipal de Medios de Comunicación. Marbella. En el feudo por excelencia del GIL, Jesús Gil y Gil ha creado un entramado formado por una veintena de empresas con el apellido 2000, a través de las cuales el polémico alcalde acomete desde obras públicas hasta actuaciones artísticas. Estas sociedades reciben transferencias municipales, pero escapan al control de la corporación. Los grupos de la oposición repetidamente han denunciado que con esa "maniobra" Jesús Gil les ha hurtado la posibilidad de cumplir la función de fiscalización de la gestión municipal que les concede el sistema democrático.
Agua que has de vender...
Granada La privatización del 49% de las acciones de Emasagra, la empresa municipal del agua de Granada, durante los próximos 25 años ha sido la principal operación de venta de patrimonio efectuada por el Ayuntamiento de Granada durante el mandato que ahora acaba. El municipio obtuvo por la venta unos 4.000 millones de pesetas que el alcalde, Gabriel Diaz Berbel, destinó en buena parte a inversiones. La privatización de Emasagra se llevó a cabo en medio de una gran polémica. El PSOE abrió varios frentes judiciales para conseguir la paralización cautelar de la venta que no fructificaron. Con posterioridad, los socialistas admitieron que hubieran aceptado la enajenación parcial de la empresa si el porcentaje de las acciones vendidas hubiera sido menor. Según los cálculos de la oposición, la venta parcial de Emasagra ha supuesto un negocio redondo para el comprador, la multinacional Aguas de Barcelona, que desde mediados de 1997, cuando se cerró la operación, a finales de 1999 se embolsará unos mil millones de pesetas de beneficios. La venta coincidió con una revisión de los grupos de consumo de agua que, en determinados recibos, ha supuesto incrementos superiores al 50%. La nueva empresa ha impulsado una rigurosa política de control de los impagados. De otro lado, el Ayuntamiento de Granada ha puesto a la venta numerosas parcelas, en especial las que disponía en el barrio de San Lázaro. También privatizó la gestión de las instalaciones deportivas del barrio de La Chana. La recaudación ejecutiva también está en manos de una empresa privada , igual que la de las multas de tráfico. Otros amagos de privatización, de los que se hicieron eco los grupos de la oposición, fueron finalmente frenados.
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