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El gobierno de izquierdas de Barcelona cierra filas ante una posible alianza entre CiU y PP

Los socios de gobierno del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, y el propio alcalde y candidato a la reelección, Joan Clos, cerraron filas ayer en torno a un posible equipo municipal capitaneado por el centro derecha (CiU y PP) y supeditaron el progreso de la ciudad a la continuidad del pacto de izquierdas. En el primer debate conjunto de campaña, organizado por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), los siete cabezas de lista se pronunciaron sobre un manifiesto elaborado por las entidades vecinales en el que plantean 10 cuestiones sobre la ciudad.

La FAVB cuestionó numerosos aspectos de la vida en la ciudad para que los candidatos explicaran su opinión y sus propuestas: desde la especulación del suelo hasta el cubrimiento de la Gran Via, el futuro del transporte público y la atención a la tercera edad. Sin embargo, algunos alcaldables priorizaron un discurso más ideológico, como Imma Mayol, de IC-V, y Pilar Rahola, del PI. "Hay que enseñar las cartas, yo siempre apoyaré a un gobierno de izquierdas porque tengo la voluntad y convicción de que una Barcelona de izquierdas es mejor que una de derechas", dijo Rahola, quien aprovechó la ocasión para replicar al candidato de CiU, Joaquim Molins: "Barcelona ha sido imparable desde hace 2.000 años", enmendando la plana al eslogan de los nacionalistas. Con similar mensaje, la alcaldable de IC-V, Imma Mayol, afirmó: "Un gobierno de izquierdas plural ha permitido transformar Barcelona con equilibrio y en esa tarea Iniciativa es imprescindible". Siguiendo con la defensa del resultado de un gobierno de izquierdas, el alcalde, Joan Clos, puso énfasis en que los Juegos Olímpicos de Barcelona fueron la "excusa" del inicio de la transformación de la ciudad y no se cayó en un periodo de depresión y de ahogo financiero "como el hundimiento del Titánic que pronosticó la derecha". Acto seguido, Clos repitió los principales argumentos de su campaña: "Barcelona ha emprendido grandes proyectos de reformas urbanísticas [citó la plaza de Cerdà y el cubrimiento de las rondas, entre otros], pero también ha conseguido que las mejoras llegasen a cada rincón de la ciudad. Y eso ha sido posible porque hemos tenido la fuerza y la fortaleza de una buena gestión". Todos los candidatos coincidieron en reconocer, aunque con matices, que la ciudad ha progresado, lo que fue aprovechado por Clos -el último en intervenir-: "Todo el mundo acepta que Barcelona ha hecho un cambio muy importante". Casi todos los alcaldables señalaron que la especulación del suelo tiene que ser controlada y evitada por la acción de gobierno. Incluso Joaquim Molins señaló que no tendrían que repetirse, "por especulativas", las operaciones urbanísticas de Diagonal Mar y la recalificación de los terrenos del RCD Espanyol de Sarrià, dos proyectos que fueron aprobados con los votos de los concejales de su coalición. El alcaldable de CiU criticó la venta de suelo público tan sólo con el objetivo de "hacer caja" por parte del actual equipo de gobierno municipal. Afirmó que él sólo justifica la venta de suelo público para hacer vivienda. El modelo de ciudad que propone Molins es el de barrio "completo", aquél que permite al ciudadano "poder hacer todo en una distancia máxima de 20 minutos caminando". Molins dijo que dentro del barrio una persona tiene que poder trabajar, divertirse y formarse. Fisas dice que gobernará Con la clara intención de aprovechar al máximo el debate para resumir su programa, así como lo que piensa sobre las cuestiones que plantea la FAVB, el candidato del PP, Santiago Fisas, hizo una retahíla de escuetos enunciados. Similar intervención tuvo el alcaldable de ERC, Jordi Portabella. Ambos fueron los que recibieron menos aplausos del público presente en el Ateneo de Barcelona, donde se realizó el debate. Fisas dijo que la Generalitat tiene que invertir más en el metro y que, en caso de ser elegido, levantaría 10.000 pisos de protección pública y cerraría el vertedero del Garraf. Y acabó rotundo: "Tenemos la seguridad de que gobernaremos el Ayuntamiento". La progresiva privatización de los servicios fue la advertencia que realizó en su intervención el candidato Portabella, quien en cuestión de siete minutos expuso su "idea global" de Barcelona en un apretado y acelerado discurso. Destacó los déficit de la ciudad en guarderías y residencias para la tercera edad y propuso convertir La Rambla en un paseo reservado sólo a los peatones. Hubo quien rememoró el debate realizado hace cuatro años en el mismo escenario: "Entonces yo estaba ahí abajo [sentado entre el público]", explicó el alcaldable de EUiA, Jordi Gasull. Resumió sus tres ideas centrales: la ciudad ha terminado el periodo de las grandes obras, tiene que acabar con la especulación y ha de ser capaz de impulsar más la participación ciudadana.

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