Búsqueda de víctimas débiles
Si algo caracteriza a la cadena de crímenes que ha conmocionado a Vitoria en el último año es la debilidad aparente que presentaban todas las víctimas: Tres casi ancianas y una mujer sola en su despacho. Precisamente ésta es una de las características de los asesinos en serie, según confirman los especialistas en psiquiatría. De confirmarse que se trata de un asesino en serie que disfruta matando a sus víctimas, los pequeños robos a los que también les sometía estarían de más, según la interpretación que el psiquiatra Edorta Elizagarate hace de este tipo de asesinos. Podría ser incluso un mera excusa para seguir manchando de sangre sus manos. Sin embargo Juan Luis Larrañaga podría acumular las dos vertientes, robar para paliar su situación económica y matar para evitar dejar pistas, sobre todo porque conocía a todas sus víctimas, un hecho que le abría las puertas de sus domicilios y de sus negocios o despachos. Pero hacerlo disfrutando de la sangre. Sería el caso del primero de los crímenes, el de la profesora de inglés, en la que el asesino se deleitó en un gesto de frialdad absoluta, cortando en trozos a su víctima y trasladándolos en bolsas de basura, después de limpiar el piso. No obstante, la Ertzaintza cree que lo hizo para ocultar el cadáver el mayor tiempo posible mientras vaciaba sus tarjetasbancarias. Después del primero de los asesinatos "podría haberse aficionado" y continuar con su cadena delictiva como un camino sin retorno, asegura este especialista. Lo cierto es que Larrañaga tenía vinculación directa o indirecta con casi todas las víctimas. Vivió enfrente de la profesora de inglés durante la época en la que estuvo domiciliado en Vitoria, concretamente en el barrio de Aranbizkarra. Al empresario de tragaperras, Agustín Ruiz, le conocía porque instaló sus máquinas recreativas en una amplia cervecería que Larrañaga puso en marcha en el centro de la capital alavesa y que cerró al tiempo por impagos. A la abogada Begoña Ruiz la visitó, al menos, en dos ocasiones el mismo día, antes de asesinarla, aunque no está confirmado que le llevara algún caso. La única relación no establecida es con el cordelero, que apareció muerto maniatado y con varios navajazos.
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