Antoni Miró defiende el medio ambiente desde el "pop art" en su serie "Vivace"

"La pintura es la ilusión de algo que en realidad no es". Antoni Miró (Alcoy, 1944) utiliza la magia que encierra la pintura para denunciar. El perfil del sueño, la exposición que inauguró ayer en la sala Imagen de Sevilla, reúne 43 de esas obras en las que el pintor se sirve de la estética del pop art para criticar lo que el mundo le está haciendo a la naturaleza en nombre del desarrollo.

Antoni Miró vuelve a Sevilla después de 22 años, cuando presentó en una individual en el Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla su serie América negra. El artista continúa investigando en el pop art pero, ahora, con colores más vivos, más agresivos para plasmar lo que el hombre le está haciendo al medio ambiente en su serie Vivace. "Mi obra siempre ha estado dentro del realismo social y relacionada con el pop art, desde la creación del Grupo Alcoiart a mediados de los sesenta. En Valencia, unos años después, se formó Crónica de la Realidad y conocimos el pop art internacional, pero nosotros le añadimos una parte de crítica social", explica el artista. Miró no ha cejado en su empeño y sus lienzos continúan denunciando una realidad con la que no está de acuerdo. "Los tiempos cambian y ahora protesto de una forma más atractiva, para que la gente se acerque a los cuadros, porque la pintura es un medio de comunicación fantástico. Puedes hacerte entender en cualquier parte del mundo pero, desgraciadamente, no se usa demasiado", afirma. Miró, con obra en centenares de colecciones y museos nacionales e internacionales, ha colgado en Sevilla piezas como Rey republicano, en la que retrata a un león triste; Costa Blanca, la cruda imagen de una pala de excavadora que se dispone a recoger una lata, o los collages en los que señoras exhuberantes y sensuales se convierten en metáfora de un mundo sin desarrollismo. El perfil del sueño reúne 43 obras realizadas desde 1991 hasta este año y estará abierta en la sala Imagen de la Caja de San Fernando hasta el 27 de este mes. En la muestra aparecen acrílicos sobre tabla, collages, dibujos, la instalación No es un zapato y una pintura-objeto en la que presenta a siete personajes de la mitología griega con ropa de los noventa y a tamaño real.