El 80% de los suicidas habían mantenido contacto reciente con psiquiatras y médicos
El suicidio ocupó en la Vizcaya de 1992 el décimo lugar entre las causas de muerte, si bien llegó a ser la tercera causa en los fallecidos entre 10 y 19 años y la quinta entre los de 20 y 60 años. Aquel año se registraron en Vizcaya un total de 128 suicidios, cifra que igualó a las muertes por accidente de tráfico u otro tipo de accidentes, superando ampliamente al de fallecidos por homicidio. Estas son algunas de las conclusiones de la tesis doctoral que Marian Urkiola, tras varios años de investigación, acaba de presentar en la UPV.
Después de comprobar que un 80% de los suicidas mantuvieron contacto con psiquiatras y médicos en los dos o tres últimos meses de su vida, la Marian Urquiloa anuncia que continuará su investigación con el afán de encontrar la manera de evitar, en lo posible, este tipo de muertes. La tesis tiene como finalidad detallar las causas de los suicidios para activar una adecuada prevención. "Debemos abordar las secuelas psíquicas y físicas en las personas que realicen tentativas de suicidio, evitar nuevas tentativas y prevenir y tratar el estrés junto con las consecuencias psíquicas que el suicidio genera en familiares y allegados de las víctimas del suicidio". Las tasas de mortalidad por suicidio confirman la progresión ascendente del número de muertes por esta causa en nuestro medio en los últimos 20 años. España ocupa en número de suicidios el lugar 18 en Europa. En lo que al País Vasco se refiere, Vizcaya tiene los índices más altos. La tesis doctoral revela, en cuanto al sexo, que los hombres se suicidan más. De cada cuatro suicidas consumados, tres son hombres. En la distribución por edades, la mayoría de los suicidas tienen entre 25 y 44 años. En cuanto a la evolución del número de suicidios en Vizcaya, hay datos desde hace 20 años, observándose una evolución ascendente hasta el año 1985 en el que las cifras absolutas se estabilizan en torno a los 100 por año. Es también importante que ha aumentado en estos años el porcentaje de mujeres y el de suicidas que tienen entre 25 y 44 años de edad. Hay diferencias entre los sexos. En el caso de los hombres, hay dos tramos de edad en los que se centran prácticamente los casos de suicidio, entre los 30 y los 40 años y a partir de 65 años. En las mujeres, el mayor número tenía más de 75 años. La doctora ha investigado otros aspectos dentro del entramado multicausal del suicidio, acercándose a conocer la existencia de trastornos de tipo médico psiquiátrico como: si había alcoholismo o drogadicción, o sufrían alguna enfermedad somática crónica, si habían sido ingresados en centros psiquiátricos anteriormente, si tenían diagnóstico y tratamiento psiquiátrico, si habían realizado tentativas suicidas con anterioridad. La doctora Urkiola defiende la "importancia de rescatar a los que pierden su capacidad de tomar una decisión con lucidez, o lo hacen desde la enfermedad psiquiátrica. Sin embargo en muchas ocasiones este tipo de muerte resulta un misterio para los propios allegados, por la apariencia de decisión repentina, ya que en ocasiones nadie a su alrededor ha apreciado el menor de los indicios para pensar que el suicidio podía producirse. En muchos casos son personas sanas y socialmente integradas", reconoce. Compartiendo el criterio de otros investigadores del suicidio, la doctora bilbaína asegura que en ciertos casos se puede prever si se conocen las características del suicida y se sabe captar esa llamada de atención, tan tenue siempre. "Antes de llegar a la situación límite, hay algunos estamentos profesionales con los que seguramente ha tenido contacto el suicida, los profesionales de la asistencia sanitaria, social, centros escolares, centros culturales, de ocio y altruistas". Respecto al sentimiento de culpabilidad que invade a la familia del suicida, la doctora Urkiola asegura que salen adelante con ayuda psiquiátrica o psicológica.
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