La Feria de Bilbao despidió en 1997 a tres trabajadores por un robo
El de 1997 fue un año aciago para la Feria de Muestras de Bilbao. Ese ejercicio, la dirección de la feria descubrió el robo de 6,3 millones de pesetas por parte de un empleado, que reconoció su error y, tras ser despedido, devolvió el dinero. Además, desaparecieron otros 2,1 millones de pesetas de la recaudación de las cabinas telefónicas instaladas en los siete pabellones feriales, motivo que provocó la expulsión de otros dos empleados, quienes negaron haberse apropiado del dinero. Otro ex empleado de la feria ha denunciado la actitud negligente e irresponsable de la dirección de la feria ante el Ararteko por éstas y otras irregularidades. Desde el recinto ferial se asegura que los dos asuntos, que no ha denunciado ante los tribunales, han quedado solventados. Distinta es la versión de Ignacio Garay, un ex empleado de la feria, que trabajó durante nueve años como administrativo en el área de contabilidad. Garay, despedido el pasado 24 de julio por indisciplina y no realizar su trabajo, ha remitido un voluminoso informe al Ararteko, en el que niega haber incurrido en las faltas por las que fue despedido. El ex empleado de la feria ha pedido al Defensor del Pueblo Vasco que investigue el robo del dinero y otras irregularidades que, según sus afirmaciones, se han producido en la feria en los últimos años. Entre ellas, está la desaparición de 500.000 pesetas que pagó un expositor por participar en 1990 en la feria Itxaslur. Además, en el informe remitido al Ararteko, Xabier Markiegi, Garay defiende la inocencia de los A.J. y J.B., los dos trabajadores despedidos por la desaparición de la recaudación de las cabinas telefónicas, y solicita su readmisión.
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