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De la sastrería a las pasarelas

Contracorriente. María José Navarro (Xàtiva, 1958) se define de esta forma cuando explica la progresión que la llevó de la sastrería que regentaba su padre en Xàtiva hasta las más prestigiosas pasarelas. Diseñadora de moda por vocación y empresaria por definición, María José Navarro ha conseguido salir del tópico del diseñador al margen de la empresa y ha conseguido que sus creaciones sean conocidas y vendidas. Al fin y al cabo, el diseño, la ropa, no sirve de nada si nadie la lleva. "En este mundo hay demasiados sueños y fantasías que no se muy bien dónde nacen. Éste es un sector industrial que su producto es moda, y es un producto para vender, no es un producto para enseñar", explica. Sus inicios hay que buscarlos en la sastrería de su padre, hoy reconvertida en una de sus cinco tiendas. "Toda la formación teórica me surge de ahí", explica Navarro, que reconoce que, por reacción, nunca había pensado en continuar el oficio de su padre. "Estaba estudiando, lo último que quería hacer era coser, porque la sastrería a medida era un trabajo muy agobiante", señala. Sus primeros trabajos empezó a venderlos en la tienda de su padre. "Poco a poco me di cuenta de que conocía este mundo, que se podía trabajar de otra forma distinta, más moderna", señala. Su progresión pasó por poner una tienda y fabricar lo que allí vendía. Después, tuvo una incursión en la moda pronto [distribución de producto a través de almacenes al por mayor] hasta que dió el paso a la creación de colecciones. Un camino difícil, alejado del que seguían los diseñadores enmarcados en lo que entonces se dio por llamar la Moda de España. "En aquel momento yo estaba preocupada por la comercialización y la producción. De hecho creo que el tiempo me ha dado la razón, porque de aquella gente no queda nadie. El planteamiento era bueno, había que enseñar la moda de España, pero no se podía empezar la casa por el tejado. La Moda de España se reducía a pasarelas y punto, detrás no había nada. No se podía producir. La moda no es un tema de pasarelas ni de museos ni exhibición. La moda es algo que tiene que ponerse la gente en la calle", afirma. María José Navarro asegura que "es absurdo" enseñar propuestas que se quedan en la pasarela. "Ha habido nombres que han despuntado y, precisamente por no tener concepción de empresa, no han podido seguir", señala la diseñadora que añade que el nombre de un diseñador acaba sonando porque tiene una empresa detrás. "Si no, no pasa de que suene una o dos temporadas". "Diseñar no es más que definir, en el caso de moda un producto, y desde el momento en que he empezado a trabajar me ha apetecido tanto el diseño del producto, como el de mi empresa", explica. Su clara concepción de hacia dónde debe caminar el sector de la moda ha sido, quizá parte de su éxito. En estos momentos, factura unos 400 millones de pesetas. Su mercado es fundamentalmente interior, aunque va abriendo fronteras. "En estos momentos estamos consolidando el mercado europeo, especialmente Francia. Además acabamos de abrir Inglaterra, donde está funcionando muy bien", explica. Otros destinos de sus propuestas: Bélgica, Holanda, Japón o Estados Unidos, aunque este último es un mercado díficil. El buen momento que atraviesa la firma se concretará el próximo octubre, cuando traslade todas sus dependencias -ahora distribuidas por tres zonas de Valencia- a una nueva nave en el polígono Fuente del Jarro.

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