Toreó Canito
Toreó Canito, que no es poca novedad en los tiempos que corren: lo de torear, se entiende. Y lo hizo con el ánimo que se le debe suponer a los que empiezan. Canito es sevillano, fue el triunfador de las novilladas sin caballos en esta plaza, y ayer, en su debú con caballos, demostró que aquella sorpresa no fue casual. En primer lugar, demostró una decisión extraordinaria. Con el capote se queda quieto y mueve las manos con soltura y buen estilo, y lo demostró en su primero en un quite por chicuelinas que cerró con media magnífica.El novillo tenía genio, pero a la muleta de Canito le sobra mando y seguridad. Hundió las zapatillas en el albero y toreó en derechazos largos abrochados con hermosos pases de pecho. El animal quería refugiarse en tablas, pero Canito aún tuvo la oportunidad de echarse la muleta a la izquierda para mostrar una concepción artística que le augura un futuro prometedor. Mató mal, aunque hizo la suerte con ortodoxia, y dio una merecida vuelta al ruedo. El sexto fue el segundo sobrero, tan inválido e inservible como los dos que fueron devueltos a los corrales. Los ánimos se enfriaron, pero el novillero consiguió muletazos muy estimables que nadie esperaba. Canito quiere ser torero.
Sampedro / Andana, Aguilar, Canito
Novillos de Hermanos Sampedro, (el 6º como segundo sobrero) justos de presentación, blandos y nobles. El mejor, el 1º.Javier Andana: pinchazo hondo y estocada corta (silencio); media contraria (silencio). Sergio Aguilar: dos pinchazos y estocada (palmas); pinchazo y estocada (palmas). Gabriel Ruiz Canito: pinchazo, estocada y dos descabellos (vuelta); cuatro pinchazos -aviso- y media (ovación). Plaza de la Maestranza. 30 de mayo. Novillada de abono. Media entrada.
Javier Andana hizo el paseíllo, pero no toreó. Triunfó en las novilladas sin caballos del año 94 en la Maestranza, desapareció del mundo taurino y volvió ayer. Pero lo hizo con la derrota en la cara y sin recursos. Es una sombra de lo que pudo ser, y sale de Sevilla sin cotización. Le tocó en suerte un primer novillo blando y dulce, y no supo hacerle nada a derechas. Al cuarto no quiso ni verlo; lo mató rápidamente, y todos, él el primero, nos ahorramos un mal rato.
El madrileño Sergio Aguilar es torero valeroso que realiza un toreo vertical y serio. Maneja con gracia el capote (a su primero lo recibió de rodillas por verónicas), pone banderillas arriesgando mucho y muletea con seguridad. Sin embargo, no tuvo suerte con su lote; su primero se refugió en tablas y no quiso saber nada del torero. Éste, por su parte, sólo pudo demostrar voluntad. Lo mismo le ocurrió en el quinto, otro manso, al que banderilleó primorosamente, en especial, en un par al quiebro. Novillero herido
El novillero Sergio Peña sufrió una cornada menos grave en el festejo celebrado ayer en Barcelona, informa Efe. La herida es a nivel lumbo sacro, de cinco centímetros.
Se lidiaron novillos de Joaquín Buendía, bien presentados y encastados. Sergio Peña, aviso y ovación; vuelta que dio su cuadrilla. Miguel Ángel, aviso y silencio; aviso y ovación. Alfonso Casado, dos avisos y palmas; petición y vuelta.
Babelia
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