Obiols hace campaña entre "niños de la guerra" que dejaron España en 1939
El candidato socialista al Parlamento Europeo Raimon Obiols empezó ayer de forma oficial su campaña ante centenares de españoles que salieron del país después de la guerra civil y que están establecidos en la ciudad belga de Lieja. El contacto entre Obiols y los niños de la guerra sirvió para que el candidato rememorara la conexión entre los espacios solidarios del continente, que hoy recobran un especial valor simbólico a causa del desastre humanitario producido en Kosovo. Obiols se declaró, antes que europeo, ciudadano del mundo y solidario e intentó que sus palabras llegaran a los más de 6.000 emigrados españoles que salieron en los años de la contienda nacional y que ahora son pensionistas -entre 65 y 75 años de edad- en las zonas próximas a Lieja. Para los socialistas, solidaridad empieza por cohesión y el candidato socialista considera que la disminución de la cuantía global de los fondos europeos que llegan a España sólo se entiende en términos relativos porque lo que en la etapa del Gobierno presidido por Felipe González "era un crecimiento exponencial del 40% cada año y que llegó a superar los 450.000 millones de pesetas, en la actualidad es una progresión de caída, es decir, a la inversa". Obiols mantiene que el frente socialista europeo acabará transformando las inercias de retraso hacia los nacionalismos de cada Estado miembro. Considera que el retorno de las mayorías de progreso expresa hoy una adaptación y al mismo tiempo una tradición en la que se resumen la novedad y la memoria. El primer ministro británico, Tony Blair, y sus homólogos el alemán Gerhard Schröder y el italiano Massimo D"Alema son, a juicio de Obiols, la consecuencia de un socialismo democrático que manifiesta un nuevo inicio ya que "los neoliberales triunfalistas que habían enterrado a la socialdemocracia han tenido que tragarse su historia". El renacimieno socialdemócrata desde finales de los años noventa ha creado un contramovimiento gradual, lento y amplio que, a criterio del candidato socialista, tiene muchas posibilidades frente a "la dislocación social, la disgregación cultural, y la pérdida de valores morales de los gobiernos y grupos sociales que defienden este mismo neoliberalismo".
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