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La suspensión del único debate televisado desata la primera gran polémica electoral

La falta de un debate ha desatado el primer gran debate electoral. Esta extraña pirueta puso ayer, primer día de campaña, la pólvora en el discurso de los tres candidatos a la presidencia regional. La chispa la prendió la suspensión, debido a una huelga, del debate electoral previsto a las 21.00 de ayer en Telemadrid. El PP defendió su oferta de trasladar este enfrentamiento a la medianoche del viernes al sábado y aseguró que en esa franja horaria la audiencia es mayor. Pero ni el PSOE-Progresistas ni IU lo vieron así. "A lo mejor, con tanta Cristina, Ruiz-Gallardón se ha equivocado y con quien quería discutir a esas horas es con Cristina Tárrega", replicó la candidata socialista, Cristina Almeida.

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La polémica se originó el martes cuando el debate, previsto para las 21.00 del viernes, se suspendió debido a la huelga convocada en Telemadrid. El PP propuso que el enfrentamiento se desarrollase nada más terminase el paro, esto es, a las 0.01 de hoy. PSOE e IU se negaron y pidieron que se cambiase de día, pero que se mantuviese la hora inicialmente fijada. El PP se enrocó y la oposición anunció que no participaría en un debate a medianoche.El resultado de esta disputa ha sido la liquidación de la única oportunidad de que iban a disponer los madrileños para ver en plena discusión a los tres candidatos a la presidencia regional. Pero este espacio en blanco pronto ha sido ocupado por un furibundo cruce de acusaciones entre el PP y la oposición, que ayer alcanzó su cenit.

El PP, cuyos dirigentes se mantuvieron durante dos días en un incómodo segundo plano, intentó recuperar el terreno perdido con una conferencia de prensa expresamente dedicada al debate. Se encargó de esta faena el director de la campaña popular, Manuel Cobo. El primer argumento que esgrimió fue que, según la empresa especializada Sofres, la medianoche del viernes al sábado tiene un 4% más de audiencia en televisión que las nueve de la noche (pasa de 1.356.000 a 1.547.000 espectadores). Apoyado en este bastidor, Cobo invirtió los términos de la crítica y sostuvo que era la candidata autonómica del PSOE-Progresistas, Cristina Almeida, y el de IU, Ángel Pérez, quienes no se atrevían a acudir al debate y que habían faltado a la verdad al criticar su "nocturnidad".

Cobó también recordó que el enfrentamiento entre los candidatos municipales en Telemadrid había sido programado a medianoche, sin que el aspirante socialista a la alcaldía, Fernando Morán, se hubiese quejado. "No entendemos qué tiene Almeida que no tenga Morán", remachó Cobo.

Por último, el director de campaña del PP cerró su contraofensiva con una nueva estocada a Almeida, de la que recordó que ha intervenido en cuatro programas de Jesús Hermida en Antena 3 que concluyeron a la una y media de la madrugada. "No entiendo cuál es el motivo por el que Almeida acude a esos programas y no quiere debatir a esa misma hora en Telemadrid. No hay excusa. Tiene que haber otro motivo que a nosotros no nos importa ni nos interesa", concluyó.

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La candidata del PSOE-Progresistas no perdió la calma ante la andanada del PP y, tras una comida con representantes del sector del transporte, respondió en clave de humor: "A lo mejor, con tanta Cristina, Ruiz-Gallardón se ha equivocado y con quien quería discutir a esas horas es con Cristina Tárrega , pero yo no quiero hablar de problemas privados, sino de propuestas políticas", dijo.

En esta línea, la candidata del PSOE-Progresistas asumió parte de las críticas lanzadas por la mañana por el secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Jaime Lissavetzky, y pidió que Ruiz-Gallardón utilizase "un poquito del programa Tómbola" para celebrar el debate el jueves próximo a las 21.40.

Lissavetzky, como coordinador de la campaña socialista, había acusado, además, a Ruiz-Gallardón de "cobarde" y de mantener una postura "poco democrática". "No es de recibo que Ruiz-Gallardón tenga miedo, se ha debido tomar un laxante muy grande, de otra forma no me explico por qué no quiere dar la cara en Telemadrid", dijo Lissavetzky.

En un tono menos crispado, y sin entrar a discutir los datos de audiencia exhibidos por Cobo, Almeida insistió en que las nueve de la noche "es la hora de los telediarios y de la información política". "Más tarde también puede haber audiencia, pero es de otro tipo de programas, no para un debate político. No quiero discutir cosas del corazón, sino hablar de cosas importantes para los madrileños, pero sin quitarles el sueño". La candidata socialista remató su argumentación acusando a Ruiz-Gallardón de negarse a debatir porque "cada vez que lo hace pierde votos", y retándole a enfrentarse a la oposición "cualquier día, en cualquier sitio y a cualquier hora", siempre que el horario corresponde a una audiencia potencial interesada en política.

IU, por su parte, volvió a calificar de "burla" el intento del PP de trasladar el debate a la medianoche y la atribuyó a la incapacidad de Ruiz-Gallardón de defender sus propuestas. Pérez calificó el horario de madrugada de "desprecio a la opinión pública" e insistió en que está dispuesto a que se celebre cualquier día, siempre y cuando el horario sea el adecuado para que los madrileños puedan seguirlo. "Nosotros sabíamos que Cobo iba a salir con esta historia. Pero hemos dejado claro que hicimos 14 propuestas sobre los días y las horas en las que se podía hacer el debate y no encontramos respuesta. No entendemos el empecinamiento del PP", agregó Ángel Pérez.

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