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Dos detenidos en Lebrija por el secuestro de un empresario de la flor de Chipiona

Jorge A. Rodríguez

Dos hermanos de Lebrija (Sevilla) están entre rejas como presuntos miembros de una banda que secuestró y extorsinó al hermano de un empresario de la flor y otras ramas de Chipiona (Cádiz). Diego L. M., de 29 años, fue capturado a las dos de la madrugada del 13 de mayo cerca del santuario de la Virgen de Regla, donde cayó en una encerrona de dos coches. Horas después era liberado, tras un supuesto pago de 13 millones y el compromiso de abonar algo más. La familia, en cambio, asegura que los malos se equivocaron de víctima.

Diego L. M. conducía su Citröen C 15 por la avenida de la Esperanza de Chipiona, acompañado de su amigo Francisco. Eran más o menos las dos de la madrugada y por lo visto se dirigía a la casa de su madre en la calle río Guadiana, en la localidad de Chipiona. Muy cerca del Santurario de la Virgen de la Regla y en las proximidades de un colegio de curas, un Citröen BX y un Ford Sierra le hicieron un bocadillo que le obligó a detener bruscamente la furgoneta. Un grupo de entre cuatro y seis personas saltó de los dos automóviles y se abalanzó sobre los amigos. Iban con la cara descubierta y llevaban pistolas en la mano. Tras un primer momento de desconcierto, el joven Diego mantuvo un forcejeo con sus asaltantes, pero un disparo intimidatorio efectuado dentro de la propia furgoneta -que llegó a romper un cristal- y un fuerte golpe en la cabeza zanjó el asunto. Su amigo Francisco apenas se movió, porque inmediatamente le hizo efecto el aerosol tranquilizante con el que fue rociado. Poco este hombre fue liberado, aunque la Guardia Civil no ha aclarado en qué circustancias. Diego fue también rociado, amordazado y atado con cinta aislante gruesa e introducido en el maletero de su propia C 15. En el camino fue cambiado de coche, ya perdido y desorientado. Esa misma noche, tras un trasiego de llamadas telefónicas, los familiares de Diego, de los que al menos dos se dedican al negocio de la flor cortada, accedieron al pago. Uno de estos familiares fue el encargado de entregar los 13 millones de pesetas a los secuestradores. A primeras horas de la noche del mismo día 13, el secuestrado fue puesto en libertad, en las proximidades de una chatarrería situada en el cruce de Las Cabezas de San Juan, también de Sevilla y muy cerca de Lebrija. La familia silenció el asunto. Sin embargo, el 17 de mayo se decidió a acudir a la Guardia Civil. El joven y los suyos estaban atemorizados porque habían visto a los secuestradores merodear por Chipiona, cerca de su casa. El empujón definitivo para denunciar fue una amenaza de muerte. Supuestamente no habían cumplido la promesa hecha antes de la liberación de aumentar el monto del rescate en un par de días. Medios próximos a este asunto aseguran que durante su corto cautiverio, el joven llegó a escuchar regularmente desde la casa en la que lo tenían retenido unas campañas y una sirena. Los datos que facilitó el joven permitieron centrar la investigación en los hermanos Miguel Ángel y Diego Herrera Cordero, nacidos en Lebrija, en 1971 y en 1958, respectivamente. Curiosamente ambos residían en una casa de la calle Álamo, en cuyas proximidades había una iglesia y un colegio, con campanas y sirena. La Guardia Civil del Puesto Principal de Lebrija puso cerco a los hermanos. Los dos parecían haber tenido un golpe de suerte, porque uno se acababa de comprar un Opel Omega en un concesionario de su ciudad y el otro había adquirido una potente moto Kawasaki. Supuestamente los habían comprado con el dinero del rescate, del que sólo tenían en su poder unas 270.000 pesetas. El resto del dinero presuntamente está en manos de los otros miembroso de la banda de secuestradores, a los que se le sigue la pista. Por ello no se descartan nuevas detenciones en breve y el total esclarecimiento de éste y quizás otros asuntos oscuros.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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