"Ha habido un culto político del PP a la tragedia"

,Alfredo Sánchez Monteseirín dejó en la cuneta de las elecciones primarias socialistas a José Rodríguez de la Borbolla, un histórico del partido. Y ahora se enfrenta a dos pesos pesados, Soledad Becerril (PP) y Alejandro Rojas-Marcos (PA), por la alcaldía de Sevilla, un bocado apetitoso de incierto pronóstico.Pregunta. Usted centra sus críticas en Soledad Becerril. ¿No considera competidor a Alejandro Rojas-Marcos?

Respuesta. No nos sirve esa tendencia natural de la alcaldesa a escurrir el bulto y echar la culpa a otros de los graves errores. Un alcalde no es sólo el jefe de unas dependencias, es el máximo responsable de las políticas que se desarrollan. Se viven tensiones de un Parlamento de tercera división que han debilitado a la alcaldesa frente a poderes fácticos.

P. ¿A qué sectores se refiere?

R. A lo más conservador y reaccionario de la ciudad. Hay gente en la órbita de la alcaldesa que ve la modernización como una amenaza a sus privilegios. Hay un síntoma político claro: Becerril, a medida que pasa el tiempo, se hace más de derechas y autoritaria.

P. Los andalucistas también gobiernan en la Junta de Andalucía con el PSOE. ¿Qué diferencia ambos pactos?

R. El PA, en el Ayuntamiento, ha ido a lo suyo. Ha procurado sacar el mayor fruto para sí mismo, sus intereses partidarios e incluso individuales. En el Gobierno de la Junta manda Manuel Chaves. En el Ayuntamiento no se sabe.

P. ¿No tiene un pacto previo con el PA?

R. No hay ni tiene por qué haberlo. A poco que los sectores más progresistas se decidan a participar, obtendremos mayoría suficiente para aplicar, con apoyos puntuales, nuestro programa. Voy a intentar no tener que encadenarme a ninguna fuerza concreta.

P. ¿Hacia dónde irían sus preferencias si tuviese que pactar?

R. La decisión sobre acuerdos políticos se tendrá que tomar cuando los ciudadanos hayan repartido las cartas. Lo que no va haber es interferencias entre la política autonómica y la local.

P. ¿Podría decir algo bueno de la gestión del PP y del PA?

R. Becerril ha hecho un papel de representación muy valorado por los ciudadanos. Y ahí se queda porque no ha sido capaz de dar respuesta a problemas reales. Sólo deja el proyecto de un edificio de oficinas en el Prado de San Sebastián. El balance de su gestión es de encefalograma plano. No tiene nada que enseñar, más que buenas formas.

P. En Sevilla murieron seis personas por dos sucesos urbanísticos. Ustedes se han querellado en un caso. ¿De qué responsabilizan al Ayuntamiento?

R. Acuso a la alcaldesa de querer echar el muerto a otro y ocultar las causas que motivaron esos hechos trágicos. Las responsabilidades políticas se determinarán por vía judicial y se podría haber hecho en una comisión de investigación.

P. Llegó a decir que la alcaldesa mentía cuando lloraba.

R. A raíz de unas declaraciones de Rojas-Marcos en las que la acusaba de haber utilizado electoralmente el entierro de las víctimas del muro del Bazar España, dije: "Sabíamos ya que la alcaldesa miente cuando calla; ahora, por lo que dice su socio, parece que también miente cuando llora".

P. ¿Lo sigue creyendo?

R. Me resulta doloroso comprobar que lo que entendí inicialmente, y quizá fuera así, como gestos sinceros de la alcaldesa luego fueron indignamente utilizados por el PP. Ha habido un culto político a la tragedia, que se ha prolongado para confirmarlo con un culto político a la muerte. Me parece incompatible con lo que debe ser el gobierno, que es presentar soluciones de futuro.

P. ¿Se siente en desventaja frente a dos adversarios de peso como Rojas-Marcos y Becerril?

R. Si estuviéramos en una competición para ver quién tiene más recorrido histórico, probablemente estaría en desventaja, pero no en el modo de gobernar. Una ciudad como ésta no necesita viejas glorias, sino dirigentes con energía e ilusión. En eso no me considero en desventaja.