Los nacionalistas rechazan nuevas medidas para educar sobre la paz

La educación y el euskera volvieron a desatar ayer las pasiones en el pleno del Parlamento vasco. Nacionalistas y oposición se enzarzaron en un tenso debate sobre la conveniencia de potenciar la educación sobre la paz entre los escolares. PNV, EA y EH rechazaron una iniciativa del PSE que instaba al Departamento de Educación a arbitrar medidas específicas para que los docentes se impliquen más en la educación de los derechos humanos y puedan así prevenir la falta de integración social y educativa de los jóvenes. La propuesta socialista contó con el respaldo del Partido Popular, IU y UA. La portavoz del PSE, Isabel Celaá, comenzó su exposición recordando el asesinato del indigente Alejo Aznar hace un mes en Getxo tras ser golpeado por un grupo de menores. Este crimen le sirvió para exigir una reacción moral al Gobierno y para reclamarle una reflexión sobre los valores que se transmiten a los jóvenes vascos en la escuela. "La escuela es un agente de socialización que ha de trabajar intensamente para moldear el mundo de los valores, muy especialmente en una sociedad como la vasca, que durante mucho tiempo ha sido víctima y agente de la violencia", recalcó Celaá. "Oportunismo" La justificación de la parlamentaria socialista no convenció ni a EA ni al PNV. El representante de EA, Iñaki Galdós, tachó de "oportunista" la iniciativa y precisó que Educación ya viene desarrollando diferentes actuaciones relacionadas con los derechos humanos, como la creación de foros de superación de conflictos, organización de semanas por la paz y debates sobre justicia. El peneuvista Joseba Arregi zanjó que si el Ejecutivo no estuviera tomando medidas para educar desde la paz y los derechos humanos, la iniciativa socialista hubiera sido tratada mucho antes. La postura nacionalista enardeció al portavoz del PP, Iñaki Oyarzabal, que se declaró "escandalizado". "¿Es que los nacionalistas son tan cortos de miras que no se dan cuenta de en qué país vivimos, donde una minoría jalea a un grupo de jóvenes para que tiren piedras a los que no piensan como ellos?", dijo. El bloque nacionalista también rechazó otra propuesta del PSE que reclamaba la modificación del sistema de evaluación del programa Irale, que permite a los docentes adquirir el perfil lingüístico necesario para impartir clases en euskera. Los socialistas pretendían que el periodo de aprendizaje (que puede llegar hasta los tres años) equivaliera por sí mismo al menos a un 50% del resultado final de acreditación del perfil, dejando para el examen final el otro 50%. Los nacionalistas votaron en contra porque, en su opinión, el descenso en el número de aprobados en las últimas tandas no se debe al sistema de evaluación, sino al perfil de los docentes que acuden, con una media de edad más elevada y unos conocimientos iniciales de euskera más bajos.