Logroño gira hacia el comercio y el turismo
Los socialistas tratan de recuperar el terreno perdido y critican a los populares porque, en su opinión, han convertido la ciudad "en un apéndice de la comunidad autónoma"
,Los vecinos de Logroño han tenido que olvidar durante esta legislatura la gestión del socialista Manuel Sainz, su regidor durante doce años. Artífice del cambio urbanístico, Sainz no pudo resistir en 1995 la fuerza del PP. José Luis Bermejo, profesor de los Maristas y candidato de los populares, pudo hacerse por fin con la alcaldía ante su frustrante experiencia electoral anterior, cuando tuvo que ceder el triunfo en las urnas a la coalición formada por el PSR-PSOE y la UCD de Pilar Salarrullana.
La remodelación del Parque del Ebro, que dio luz a la oscuridad imperante en el norte de la ciudad, o la peatonalización de céntricos paseos -de los 24.829 metros cuadrados de 1992 se pasó a los 40.928 en 1994- fueron legados demasiado notables como para no ofrecer una nueva salida a la transformación.
De esta manera, "en este proceso que arranca atrás, sigue con el PP y continuará en el futuro con otros", advierte Bermejo, se han aunado esfuerzos para coronar a la capital riojana con "los máximos parámetros de calidad de vida". El propio Bermejo exhibe, orgulloso, la extensión urbanística por lo que antes no eran más que solares en la periferia: Siete Infantes (3.000 vecinos), Madre de Dios (1.500) y El Cubo (5.000) se presentan como realizaciones que confirman el crecimiento continuo.
El Premio a la Mejor Ciudad Comercial de España, concedido por el Ministerio de Fomento, o el ser el primer Ayuntamiento europeo en obtener el Certificado de Calidad de Aenor -optimización en la relación administrativa con el ciudadano- son signos visibles de esa mejora.
De reojo, Bermejo mira las cuentas: "Hemos conseguido esto con el presupuesto más inversor de la historia, pasando de 3.729 millones a 7.490, y, sobre todo, bajando ocho puntos la presión fiscal a los ciudadanos. Y, además, con un Ayuntamiento, saneado, que ha reducido su índice de endeudamiento en este periodo en más del 50%".
Los socialistas, sin embargo, discrepan. "La gestión [popular] ha supuesto una pérdida de ideas y de peso político del Ayuntamiento, que se ha convertido en un apéndice de la comunidad autónoma", reprocha el sustituto de Sainz, Jesús Urbina. A ello no les gustan ciertos convenios en los que participan los municipios de la comarca y que significan compartir determinados servicios.
Urbina califica el Gobierno del PP como "la administración de lo cotidiano, pero sin aportar ideas nuevas, de futuro". Y acuña una promesa: "Invertir más en las personas y menos en el cemento". Hasta hace un año, en efecto, a los ciudadanos se les hacía difícil llegar a sus casas con los zapatos limpios. De hecho, la corporación se ha gastado 886 millones en renovar las aceras de 108 calles.
El caos circulatorio se hizo patente cuando los 56.000 vehículos matriculados tuvieron que sortear, en pleno centro, las obras de dos aparcamientos subterráneos y las de adecentamiento de El Espolón, el paso tradicional y en el que la estatua ecuestre del general Espartero confiere identidad a Logroño.
Si IU lanza un mensaje: "¡Stop a la derecha!", el PSR-PSOE aconseja gastar el presupuesto en políticas de empleo. En su programa electoral también figura la creación de una empresa municipal pública del suelo.
El objetivo socialista es que los jóvenes participen en las labores de rehabilitación o construcción de edificios en el casco antiguo y que su labor se remunere con la propiedad de la vivienda. La fórmula la llaman "preempleo". Sus ediles miran al mañana y piensan que Logroño debe ser el centro cultural del valle medio del Ebro: "Es uno de los pasos del Camino de Santiago y la capital del vino, de la lengua, sin olvidar los yacimientos de icnitas. Todo nos posiciona para convertirnos en un centro turístico importante".
Desde la alcaldía, Bermejo afirma que, si los electores le devuelven la confianza, "los próximos cuatro años serán los últimos [de él]". En ellos espera ver concluidos sus grandes proyectos. Entre otros, la recuperación de la orilla norte del Ebro, la obra que da continuidad a la realizada en el parque. Allí ya se ha inaugurado la Casa de la Ciencia y en unos años una nueva pasarela conectará el centro con ese área. "La idea es recuperar el río para la ciudad", concluye.
El soterramiento de la vía del tren, que pasa por uno de los lugares elegidos para la expansión; la integración de la circunvalación, la puesta en funcionamiento de la depuradora municipal o la resolución del nudo de La Estrella son también prioritarios.
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