La Navarra "tricolor"

El actual mapa del poder municipal en Navarra tiene, a pesar de sus complejos matices, tres franjas de color político bien diferenciadas. El sur de Navarra es predominantemente socialista. La zona central, incluída Pamplona y su comarca, donde reside la mitad de la población, respira el conservadurismo de UPN-PP y de su escisión centrista, Convergencia de Demócratas de Navarra, y el norte y sobre todo la franja cantábrica, desde Alsasua hasta Bera de Bidasoa, está dominado por las fuerzas nacionalistas vascas. Mantener esa situación y ampliar en lo posible la presencia en los demás son los objetivos comunes a todos los partidos políticos en estas elecciones municipales, aunque serán UPN y PSN los que se repartan la mayoría del pastel municipal en los gobiernos locales de los 272 municipios navarros. El olvido de Barañáin Con ese objetivo se han afanado en la tarea de presentar el mayor número posible de listas encabezadas por las siglas de cada partido. Una carrera en la que se ha distinguido Unión del Pueblo Navarro, aunque el desmedido afán por ganar el premio de imagen le ha proporcionado dos disgustos: el grave olvido de presentar ante la Junta Electoral de Navarra en el plazo establecido para ello la candidatura del Ayuntamiento de Barañáin, el tercero, con 21.000 habitantes y en el que poseían incluso la alcaldía, y el escándalo de Abárzuza. En ese municipio de 500 vecinos, cercano a la ciudad de Estella donde, y según la denuncia de Convergencia de Demócratas de Navarra, UPN usó el "engaño" e incluso "la falsificación de firmas" para presentar una lista de vecinos independientes, afiliados incluso a otros partidos, bajo sus siglas. La Junta Electoral aceptó el recurso de los engañados y los regionalistas se han quedado también ahí sin lista. En total, UPN presentará 69 candidaturas, un número que refleja a la perfección la erótica del poder local de la que disfruta en conjunto el partido del presidente Miguel Sanz, que es, a su vez, el de mayor número de afiliados de Navarra con 6.468 personas. UPN posee un fuerte poder municipal, con 33 alcaldías, entre ellas las de Tudela, segunda ciudad de Navarra en población, con 27.000 habitantes, además de las de Barañáin, Burlada, Tafalla, Villava, Zizur Mayor (en una agrupación independiente con personas afines a CDN), Cintruénigo o Peralta, por citar algunas de las principales poblaciones navarras. Pero su principal objetivo está en conquistar la alcaldía de Pamplona. Miguel Sanz ha designado para ese trabajo a la actual consejera de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, Yolanda Barcina. Una mujer que ha renovado por completo la candidatura de UPN a un Ayuntamiento en el que el asesinato por ETA, en mayo de 1998, de su portavoz Tomás Caballero, acabó por romper internamente el ritmo del grupo municipal regionalista. Y eso a pesar de que fue el más votado en 1995 por los ciudadanos de Pamplona, pero que ha pasado cuatro años de oposición merced al pacto tripartito de progreso alcanzado por CDN, los socialistas del PSN e Izquierda Unida. Las encuestas auguran un crecimiento de UPN que se consolidaría así como primer partido en Pamplona aunque la posibilidad de repetir la experiencia tripartita, muy bien valorada por el 70% de los pamploneses, amenaza el éxito de la apuesta femenina de Sanz. Los regionalistas han tenido muchos problemas para confeccionar listas en las zonas de mayoría nacionalista vasca. Han denunciado amenazas y coacciones, aunque no han sido los únicos. También los socialistas del PSN-PSOE han conocido la frustración de tener simpatizantes pero no poder confeccionar listados en algunas zonas de fuerte actividad nacionalista, como Sakana, Baztán y otras. En Alsasua, por ejemplo, había candidatos pero la presión de sus propios familiares ante las reiteradas amenazas, les hizo desistir. Amenazas a CDN Amenazas, pero de otro estilo, son lo que también han dado a conocer los dirigentes de CDN. Víctor Maeztu, secretario general, ha dicho que alcaldes y concejales de UPN han presionado fuertemente a sus simpatizantes en diversos municipios para evitar la elaboración de listas convergentes. Los socialistas, pese a todos los problemas, han conseguido presentar 59 candidaturas. A pesar de ser dos menos que las presentadas en 1995, crecen en población y son el partido que más electores cubre bajo el manto de sus siglas: 413.689 personas pueden votarles, sobre un censo total de 530.000 electores, es decir, un 77,9% de la población total de Navarra. El PSN-PSOE ha renovado su equipo para Pamplona, capitaneado por un histórico del socialismo navarro, el actual concejal Javier Iturbe, presidente del partido, con el que aspiran a aumentar concejales y disponer de la capacidad de pacto suficiente que permita reeditar el gobierno tripartito. Al mismo tiempo, los socialistas navarros aspiran a mantener la alcaldía de Estella y otras destacadas como las San Adrián, Ansoáin, Lodosa y arrebatar otras al regionalismo con un partido mucho más joven y renovado que hace cuatro años. En la segunda fila se sitúan CDN, con 17 listas municipales, e IU-EB, con 28 candidaturas. CDN sitúa a Javier Chourraut, alcalde de Pamplona, al frente de su lista, e IU-EB, por su parte, ha optado por otra mujer, la concejala delegada de Urbanismo, Lidia Biurrun.