Las viviendas de Agua Amarga se expropiarán tras las elecciones

VIENE DE LA PÁGINA 1 Las propiedades integradas en el barrio Agua Amarga se expropiarán después del proceso electoral. El Consell espera llegar a un acuerdo de compra-venta con la mitad de los afectados, y da por seguro que el resto recurrirá en los tribunales. La valoración de las viviendas y locales comerciales no está cerrada, aunque la Generalitat calcula que invertirá en esas propiedades alrededor de 1.400 millones de pesetas. Según señaló el subsecretario de Urbanismo, "en la mayoría de los casos" el precio concedido a las edificaciones supera la cantidad que los vecinos tendrán que pagar de las viviendas del nuevo barrio de Agua Amarga, que se construirá en el mismo paraje por el Instituto Valenciano de la Vivienda. Tres casos excepcionales no se ajustan a este objetivo, al tratarse de viviendas levantadas con bloques y otros materiales de baja calidad. Mientras tanto, los técnicos de Urbanismo continúan el estudio de las alegaciones presentadas al Plan especial de usos y servicios de la Ciudad de la Luz, que incluye un vial que cruza el humedal de Agua Amarga, según han denunciado grupos ecologistas. La red viaria y ferroviaria proyectada en ese plan especial traza la nueva carretera N-332 por el interior del saladar de Agua Amarga, un paraje natural incluido en el catálogo de humedales de la Comunidad Valenciana rico en especies animales y vegetales, que hoy cruza otra carretera. La Colla Ecologista d"Alacant y la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur, dos de los colectivos ecologistas más activos de la provincia, han presentado sus alegaciones al proyecto del Consell, que califican de "descabellado" y ajeno al mínimo criterio de crecimiento sostenido, en un intento de "evitar una barbaridad que acabaría con la vida del humedal". Trazado "sin sentido" Para los ecologistas, el trazado de esa carretera no tiene sentido, por cuanto en el paraje elegido para construir la Ciudad de la Luz y otras infraestructuras turísticas y residenciales hay terreno suficiente para evitar que el vial atraviese la parte occidental del humedal. A su entender, lo que ocurre es que para salvar esa agresión al paraje natural sería necesario adentrarse en el término municipal de Elche, y el Consell ha preferido no hacerlo para evitar un enfrentamiento con las autoridades de esa localidad. La solución final trazada por los técnicos de la Consejería de Urbanismo ha sido salomónica: la nueva N-332 discurrirá en línea recta hasta alcanzar el término de Elche, de donde arrancará una curva que se adentra en el humedal hasta enlazar con la carretera actual. Al margen de esta agresión, los ecologistas denuncian la canalización de las escorrentías superficiales hasta el mar, de forma que se cortará el flujo de agua de lluvia al saladar de Agua Amarga, lo que se traducirá en su desecación definitiva "y en la desaparición de las especies animales y vegetales del paraje", según Carlos Arribas y Miguel Ángel Pavón, firmantes de las alegaciones. Otros argumentos de los recursos señalan el alto consumo de agua potable que requerirá la Ciudad de la Luz.