Claveles contra las bombas

Un olivo, el retrato de una víctima anónima, un dibujo sobre las atrocidades de la guerra, un poema, claveles rojos... y un deseo unánime: parar la guerra. Este fue el modesto decorado antibélico con el que ayer un grupo de unos 50 alicantinos evocaron uno de los múltiples y trágicos episodios que dejó tras de sí la guerra civil: el bombardeo del Mercado Central por la aviación franquista, que se saldó con unos 300 civiles muertos. El bombardeo se produjo el 25 de mayo de 1938. Entonces, una escuadrilla de nueve aviones de las fuerzas nacionales entraron por el puerto y descargaron 90 bombas sobre el mercado. Las cifras sobre el número de muertos oscilan, según las fuentes, entre las 250 y 300 personas, ninguna de ellas militar. La investigación efectuada por una comisión británica dictaminó que se trató de un ataque deliberado sobre la población civil. Desde hace cuatro años, una comisión cívica, a la que ayer se sumaron los sindicatos UGT y CC OO y el Bloc-Els Verds, conmemora cada aniversario de este brutal bombardeo. "Fue un ataque deliberado y creemos que alguien debe pedir perdón por estos hechos", dijo el ex alcalde socialista José Luis Lassaletta. "No debemos perder la memoria histórica, porque hechos como aquellos se están produciendo en el presente, como por ejemplo ocurre con el bombardeo de la OTAN sobre Serbia", explicó José de la Casa, de CC OO. "Hay que intentar por todos los medios que el diálogo sustituya a la máquina de la guerra", añadió. El acto concluyó con una ofrenda floral ante un panel sobre el que se instalaron los símbolos y elementos que pretendían refrescar la memoria histórica de los alicantinos.