Sin alicientes

La Bolsa española saldó la jornada de ayer sin apenas variación en el índice general y siempre en una insistente lucha por mantener el nivel de los 900 puntos. La cautela parece adueñarse de la renta variable, ya que los inversores no se deciden a tomar posiciones de forma clara, y sólo el juego a muy corto plazo permite alguna que otra alegría.Después de una serie de altibajos, el indicador madrileño finalizó con un mínimo descenso del 0,09%, mientras que el selectivo Ibex 35 perdió un 0,23% y quedó en 10.151,20, con vistas a la última sesión de la semana, en la que hay vencimiento de contratos.

La tranquilidad domina en todos los mercados (Wall Street cerró con una leve caída del 0,19%); el mejor comportamiento fue para la Bolsa de Londres, que consiguió anotarse una ganancia de un 1,56%, pues los expertos consideran que en materia de tipos de interés no parece que en breve se produzca ningún susto, por lo que en estos momentos la renta variable puede contar con un pequeño margen de maniobra hasta que se produzcan novedades.

Esta prudencia se traduce en unas cifras de negocio más reducidas que en días anteriores y concentradas en un escaso grupo de empresas. La contratación en el mercado continuo fue de 806 millones de euros (134.139 millones de pesetas efectivas), y sólo tres valores consiguen acaparar casi el 50% del total del mercado. Telefónica, que se encuentra en zona de máximos del año y cerró con una subida del 0,60%, junto con el BSCH y Repsol, fueron los más activos. La petrolera destacó por el duro castigo sufrido en su cotización, al concluir con un descenso del 2,29%.