El mítico proyecto para Benidorm

En turismo, y en el resto de la actuación de gobierno del primer mandato del PP en la Generalitat, un proyecto ha destacado sobre el resto. El parque temático de Benidorm, Terra Mítica, se ha convertido en un auténtico órdago al sector que, superadas las iniciales incógnitas, toma ya forma a los pies de Serra Cortina y abrirá sus puertas al público en la primavera del 2000. Como otras muchas iniciativas del PP, la apuesta de incorporarse a una idea planteada tibiamente por los empresarios hoteleros de Benidorm, que el partido no incluyó en su programa electoral, surgió para liderar y dar mayor dimensión a un macrocomplejo lúdico con el que frenar la competencia que ejerce Port Aventura en el mercado y, al mismo tiempo, consolidar la oferta. Pero Terra Mítica excede a lo que es estrictamente un parque temático. Conocida su ubicación en Benidorm después de realizar varios informes técnicos con los que Zaplana dio apariencia de normalidad a una decisión que estaba tomada de antemano, el Consell creó una reserva de suelo cercana a los 10 millones de metros cuadrados, en los que la inversión global alcanzará la friolera de 183.000 millones de pesetas hasta el año 2009, pese a que las instalaciones lúdicas apenas consumirán 43.000 millones. Hoteles, reservas naturales, centros de convenciones y congresos, campos de golf, instalaciones deportivas de élite y un complejo entramado de comunicaciones transformarán una inmensa área hoy virgen de edificaciones. El parque, que ha sido objeto de una investigación por la Comisión Europea por las quejas de otros complejos lúdicos que denuncian la intervención pública en un régimen economico de libre mercado, se convertirá en la locomotora de la actividad turística valenciana en el siglo XXI.