El alcalde de Mondragón dice que no ha discriminado a las familias gitanas

El alcalde de Mondragón, el peneuvista José María Loiti, aseguró ayer que su Ayuntamiento no ha dispensado "en ningún momento un trato discriminatorio" hacia las dos familias gitanas de nacionalidad portuguesa que han tardado más de un año en lograr el empadronamiento en esta localidad. "Toda la actuación municipal en general, y de la alcaldía en particular ha seguido los procedimientos legalmente establecidos", insistió en una nota. Loiti salió así al paso de las acusaciones vertidas por SOS Racismo, que ha apoyado desde un primer momento a los diez portugueses, que residen en dos furgonetas destartaladas en un aparcamiento de Mondragón. La ONG criticó la actitud del alcalde, convencida de que Loiti se decidió a empadronar a estas familias por "la presión de la Administración" o ante la proximidad de las elecciones locales. La inscripción se hizo efectiva más de un año después de que se formulara la solicitud y de que fuese denegada de forma sistemática. Loiti asevera que el empadronamiento se ha producido "como un efecto determinado por la ley". Y aclara que su silencio ante las solicitudes se debió "a su situación irregular en el municipio" -la Comisión de Gobierno ordenó tres veces su desalojo- y "a la dudosa legalidad de la concesión del empadronamiento".