El comité de Mecapeña propone una fusión con Babcock para salir de la crisis
VIENE DE LA PÁGINA 1 Nielsen aseguró también que la banca internacional, con la que Kvaerner tiene dos créditos sindicados para sanear sus problemas fiancieros internos (ver EL PAÍS del 17 de mayo), ha autorizado que no se vincule la suerte de Mecánica de la Peña a la del conjunto del grupo. Los dos créditos sindicados de la banca internacional establecían una cláusula que indicaba que si cualquier sociedad de Kvaerner entraba en suspensión de pagos los bancos podrían cancelar los préstamos sindicados y ejecutar sus deudas. Kvaerner negoció durante la semana pasada liberar a Mecánica de este compromiso, una situación que facilitaba la suspensión, tal y como finalmente ha ocurrido. Nielsen ha querido tranquilizar a todos los implicados al insistir en que su salida y la suspensión de pagos no se va a hacer corriendo. Kvaerner va a iniciar en breve sus contactos tanto con el Gobierno vasco como con los interesados en la privatización del otro fabricante vasco de bienes de equipo, Babcock & Wilcox: la estadounidense McDermott, que cuenta con una opción de compra sobre el 55% de Kvaerner en Mecapeña, y la alemana Steinmüller. Estos contactos tendrán como fin propiciar antes de irse la reordenación del sector en Euskadi. En este sentido, señaló que se encontraban al 100% de acuerdo con sus socios, el grupo vasco Hi-Tec, con el que llevan trabajando muchos años. Un grupo "potente" El comité de empresa de Mecánica de la Peña, en suspensión de pagos, defendió ayer una fusión con Babcock & Wilcox para crear un grupo industrial "potente" y salir de la situación de crisis. No obstante, los trabajadores, a través de su portavoz, Julio García de la Torre, señalaron que creen que la compañía podría seguir sola porque su facturación ha pasado de 5.000 millones a 25.000 millones en los últimos años. Los representantes sindicales de Mecapeña achacaron a la "nefasta gestión" los problemas de tesorería de la empresa. "Se han asumido riesgos que estaban por encima de las posibilidades económicas de la empresa", criticó García de la Torre, quien cifró en 3.000 millones de pesetas las pérdidas que han producido en Mecánica de la Peña un contrato en Chile por valor de 7.000 millones de pesetas. Los trabajadores pidieron al presidente de Kvaerner, John Sivert Nielsen, que "asuma responsabilidades y dé la cara". Igualmente, reclamaron al Gobierno vasco y al socio minoritario, Hi-Tec, que garanticen la continuidad de la empresa. El comité de Mecapeña ha convocado una manifestación el próximo día 29 y otras movilizaciones para protestar por la difícil situación que atraviesa la compañía.
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