Getafe reduce su plaza de toros de 9.500 a 4.000 plazas

La futura plaza de toros de Getafe (143.500 habitantes), que se levantará en la calle de Rosa Montero -barrio de Getafe Norte-, será mucho más pequeña de lo que en un principio se había concebido. El pleno del Ayuntamiento getafense ha acordado, por unanimidad, un drástico cambio de planes sobre este coso taurino, que tendrá finalmente capacidad para sólo 4.000 espectadores, frente a los 9.500 previstos en el proyecto inicial.La empresa Continente, que ya cuenta con un supermercado en Getafe Norte, ha asumido invertir 275 millones en la construcción del coso, una cantidad en la que no se incluye la urbanización ni los costes de la edificación anexa. A cambio, esta firma francesa gestionará el albero durante los próximos 50 años y podrá explotar los locales comerciales anexos al edificio.

Las obras comenzaron este pasado fin de semana con la colocación de la protocolaria primera piedra, un acto que estuvo acompañado por un pequeño y festivo ágape callejero. El plazo para acabar las obras es de 12 meses.

La reducción del aforo no es la única novedad respecto a las intenciones originales del Ayuntamiento. La zona reservada en las instalaciones para pequeños comercios se restringe en más de la mitad: de 13.000 a 6.000 metros cuadrados. Se mantiene, en cambio, el carácter "polivalente" del edificio, que se podrá aprovechar para actuaciones musicales de aforo medio, mientras que los eventos de mayor altura irán a parar al estadio-coliseo Alfonso Pérez, inaugurado el pasado mes de septiembre con capacidad para 15.000 espectadores.

La plaza de toros original se aprobó en 1994, un año después de que el municipio suspendiera los encierros por su peligrosidad y por la falta de un coso estable en la ciudad. Sin embargo, la inauguración de la plaza cubierta de Leganés, muy cercana a Getafe y de gran capacidad, llevó al gobierno municipal a plantearse si merecía la pena invertir en un complejo de estas características. Las peñas taurinas locales han insistido en esta dirección.

La solución final ha sido salomónica: plaza, sí, pero de pretensiones más modestas.