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Un colegio de Granada permitirá a sus alumnos de Primaria proponer los temas que deseen aprender El centro ya usa en educación infantil este método, recomendado por la Junta

Zagal se parece muy poco a un colegio tradicional. Está ubicado en plena Vega de Granada, no tiene concierto económico con la Junta de Andalucía y acepta a niños con edades comprendidas entre los cuatro meses y los seis años. Pero sobre todo es un centro con un sistema educativo diferente. Cada mañana, sus alumnos deciden en asamblea democrática cuál va a ser el tema sobre el que van a aprender. El próximo curso, tras el éxito de este método entre los más pequeños, la cooperativa Zagal lo implantará en su segundo colegio, Alquería, destinado a la enseñanza Primaria. Zagal nació hace veinte años de la mano de ocho maestros interesados en superar el concepto puramente asistencial de una guardería. Ellos deseaban que, además de para cuidar a los niños, sirviera para educarlos, estimularles la curiosidad y ayudarles a dar los primeros pasos en su proceso de socialización. Sus promotores organizaron una cooperativa en la que los profesores eran empresarios y en el que el aprendizaje participativo era el principal objetivo. En 1992, tras varios años de trabajo, presentaron a la Consejería de Educación su novedoso método educativo de propuesta. Un sistema que la propia Junta alabó y recomendó y hoy aplican, parcialmente, otros centros de la comunidad. La jornada para los 116 párvulos de Zagal comienza con una asamblea. Por turno de palabra los alumnos de tres a seis años exponen la cuestión que ese día les preocupa o apetece. Y el tema más respaldado se convierte en la materia docente para el grupo. Fátima Pérez, la directora del centro, asegura que este método participativo despierta el interés de los niños y aumenta su atención. "Proponen temas como la sequía, los dientes o los medios de transporte, que a veces ocupan las clases durante varios días", explica. En este sistema, el papel del educador es facilitar material y recursos para que los alumnos puedan desarrollar el tema y aprender. También los progenitores participan. "Con el tema de los dientes nos ayudó un padre dentista que invitó a los niños a visitar su consulta y les explicó la importancia del aseo bucal y el peligro de las caries", ilustra la directora. Demanda de plazas Encontrar una plaza en Zagal a principio de curso no es tarea sencilla. Además de por su sistema educativo, el colegio tiene una gran demanda por las ventajas que ofrece a los padres. "El perfil de nuestros clientes es una pareja en la que ambos miembros trabajan y que recurre a nosotros porque le facilitamos la organización familiar", señala Belén Pérez. El centro permanece abierto de siete de la mañana a siete de la tarde y da desayuno, almuerzo y merienda. Ofrece servicio de guardería en sábado y, sobre todo, permanece abierto todo el año. "Los padres saben que pueden dejar a sus hijos en vacaciones y, si una noche necesitan salir, nosotros le conseguimos alguien que los cuide". El precio de la matrícula de Zagal está a la altura de sus servicios: unas 40.000 pesetas al mes. Sin embargo, la directora no cree que sea un colegio elitista. "La tasa apenas cubre los gastos, que se compensan con los sueldos bajos de los profesores que, a su vez, son recompensados con los beneficios de la cooperativa", explica la directora del colegio. Además de los temas planteados por los niños, como el encaje de bolillos o los espaguetis, en Zagal aprenden lo mismo que en otros colegios. "La diferencia está en la metodología, en cómo aprenden. Creamos un ambiente de colaboración, no competitivo", señala la directora. Algo que tampoco impide que, desde los tres años, los alumnos reciban clases de música e inglés. El resultado de esta educación personalizada y laica, explica Pérez, "es un niño despierto con inquietud por aprender". Las propias demandas de los padres han animado a la cooperativa a implantar el sistema también en la enseñanza Primaria. Alquería, el segundo colegio de Zagal, servirá de continuación para alumnos de seis a 12 años. "El método será el mismo, sólo que con objetivos diferentes", aclara la directora.

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