Kvaerner intenta desligar la suerte de Mecánica de la Peña de la situación del conjunto de su grupo internacional
La multinacional anglonoruega Kvaerner, socio principal de Mecánica de la Peña con el 55% del capital, buscó durante toda la semana pasada desligar la suerte del grupo de los problemas puntuales de su filial vasca. Kvaerner sufre una crisis interna que le ha llevado a plantear un estrategia internacional de desinversión. La multinacional ya ha anunciado su salida de los sectores en los que no es competitiva, entre los que se encuentra el de bienes de equipo. Si bien es cierto que siempre ha planteado una salida ordenada,que en el caso del País Vasco va deprisa, la multinacional no quiere ligar su suerte a la de sus filiales, y en este caso a la de Mecánica de la Peña. Kvaerner, que acumuló el pasado año unas pérdidas de 27.258 millones de pesetas, tiene firmados en Londres dos créditos sindicados con los principales bancos internacionales. Estos préstamos incluyen una cláusula que establece que si una de las filiales entra en suspensión de pagos, una mayoría de dos tercios de los bancos pueden acordar cancelar el crédito y exigir su ejecución. Esta posibilidad convertía la suspensión de pagos de Mecánica de la Peña en un riesgo potencial para la empresa matriz, enfrascada en su proceso de reordenación interna. Durante la semana pasada Kvaerner negoció con sus bancos en Londres para pactar que esta cláusula no fuera aplicable al caso concreto de Mecánica de la Peña. Esta negociación ha provocado un serio malestar entre la banca establecida en España. De hecho, algunos de los bancos internacionales presentes en los créditos sindicados de Londres, lo están también en la suspensión de pagos de Mecánica de la Peña. Un total de 25 entidades financieras se han visto sorprendidas con líneas de crédito por valor de 8.050 millones de pesetas en el expediente de suspensión de pagos que se presentó ante los juzgados el pasado sábado. Las entidades financieras españolas con las que Mecapeña tiene más deudas son BSCH y Banesto. Por otro lado, con la incertidumbre que crea una suspensión de pagos, que en este caso va acompañada por la opinión generalizada de que el futuro de los bienes de equipo vasco está en la integración con Babcock & Wilcox bajo el paraguas de la estadounidense McDermott, el secretario general de CC OO de Euskadi, Santiago Bengoa, pidió ayer al Gobierno vasco que apueste por la solvencia industrial en la privatización de B & W. En su opinión, esta cualidad se identifica con la oferta de la empresa alemana Steinmüller, en detrimento de la estadounidense McDermott, por la que se inclina el Gobierno. Bengoa, además, solicitó un papel más activo de los sindicatos en este proceso para garantizar el futuro industrial y los puestos de trabajo.
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