Arzalluz afirma que los nacionalistas no ponen precio a la paz, pero sí condiciones para la normalidad política

El presidente de la ejecutiva del PNV, Xabier Arzalluz, negó ayer que los nacionalistas estén pidiendo un precio a cambio de la paz -"eso puede que lo haga ETA, pero nosotros no", puntualizó- pero sí reconoció que tienen "unas condiciones políticas ante el Estado" para el día que ETA desaparezca con el objetivo de llegar a una situación políticamente normalizada en el País Vasco. En las mismas declaraciones a la emisora en euskera de la radio pública vasca, Arzalluz señaló que el Estatuto de autonomía "vale mucho", aunque HB pida un nuevo marco, y que su aceptación no implica renuncia a mayor autogobierno.En otro discurso, realizado durante el homenaje que el PNV tributó ayer al ex lehendakari José Antonio Ardanza, Arzalluz resaltó, por el contrario, que la autonomía vasca está por llenar en un 25% y vaticinó que "así se va a quedar" porque los tribunales son "el árbitro que siempre pita a favor de casa".

El dirigente nacionalista pidió un acuerdo de los partidos previo a la formación de la nueva mesa de pacificación que busca el lehendakari Juan José Ibarretxe, porque sin este consenso el nuevo foro no serviría para nada. La idea de esa futura mesa ya estaba tanto en el Plan Ardanza, rechazado como documento de la Mesa de Ajuria Enea hace catorce meses, como en el acuerdo de Lizarra, aseguró. También dijo que la apuesta de HB por las vías políticas es "imparable", se mostró esperanzado en su futura participación en el Gobierno vasco y comprensivo con la inclusión de etarras en las listas de EH.

Arzalluz aventuró que tras las elecciones el presidente del Gobierno empezará a "dar pasos" y que los socialistas pueden quedar fuera "tanto del proceso de Aznar como del nuestro". El líder del PNV calificó la situación que vive el PSOE como de "tragedia" y admitió las dificultades de la bicefalia, citando como ejemplo el fracaso de esa fórmula con Garaikoetxea.

En el homenaje que su partido le tributó y al que asistieron unos 2.000 afiliados y cargos, el ex lehendakari Ardanza afirmó que cualquier construcción política del País Vasco habrán de hacerla conjuntamente "quienes nos sentimos nacionalistas y ese 45%, incluso con muchos apellidos vascos, que se considera español".