Un socialista precoz que no pudo votar en las municipales de 1979
No pudo votar en las primeras elecciones municipales democráticas, hace ahora 20 años. Manuel Bustos, el candidato socialista a la alcaldía de Sabadell, tenía 17 años cuando Antoni Farrés, cabeza de lista por el PSUC por aquel entonces, fue elegido alcalde de Sabadell. Farrés ha decidido retirarse después de 20 años sin haber conocido la derrota electoral, y Bustos, de 37 años, opta a su sillón de alcalde. Se estrena como cabeza de lista relevando a Oriol Civil, su antítesis, a quien, como a otros líderes políticos, le ha tocado vivir a la sombra de Farrés. Nacido en Pedralba (Comunidad Valenciana), su familia emigró a Sabadell cuando él tenía 10 años. Su padre trabajaba como constructor y su madre en la escuela en la que él mismo estudiaba. El equipo de Bustos, casado y padre de dos hijos, tenaz y trabajador, admite que a veces resulta imposible seguir su ritmo: no hay acto, ni fiesta, ni acontecimiento al que no asista. Se introdujo en el movimiento sindical a una edad precoz. Tenía apenas 15 años cuando entró a militar en la UGT. Tres años después, sopló las velas de la mayoría de edad afiliado ya al PSC. Arropado en sus inicios por Joan Martínez Bona y de la mano de Josep Maria Sala, en aquellas épocas poderoso factótum y controlador del aparato del partido socialista, su carrera tuvo un impulso definitivo en el congreso que el PSC celebró en Sitges en 1994. Entre 1994 y 1996, Bustos fue miembro de la comisión ejecutiva nacional de los socialistas catalanes y desde el año 1995 es diputado en el Parlament. Actualmente es el primer secretario de la Federación Vallès Occidental Sur del PSC. En 1991 entró en el Ayuntamiento de Sabadell como concejal, pero nunca ha ejercido ningún cargo como gestor. En el mandato que ahora concluye, el grupo municipal socialista, formado por cinco concejales, suscribió un pacto de gobierno con Iniciativa. Paralelamente a su carrera política, Bustos ha trabajado en el Museo Textil de Terrassa y en el Museo Paleontológico de Sabadell como conserje. Poco reflexivo, listo, leal, ambicioso y pragmático son algunos de los adjetivos que utilizan para describirlo quienes lo conocen. Él asegura que de Simón Saura, un histórico socialista de Sabadell, ha aprendido "a sonreír digan lo que digan" de él. Prefiere lo simple a lo complejo, le gusta ir rápido, ir a "lo práctico". "Hay gente que se complica demasiado la vida, yo lo que quiero es resolver los problemas", asegura. En su partido hubo quien no vio con buenos ojos que fuera el candidato socialista a la alcaldía de una población como Sabadell. De hecho, se llevaron a cabo varias tentativas de encontrarle un oponente para las primarias. La última, según los que lo intentaron, fue cortada desde Barcelona. Lo cierto es que Bustos fue refrendado en las primarias con 2.088 votos. De él dicen que "ha contrarrestado el hecho de no poder influir en el Ayuntamiento trabajando más en el seno del partido". "Este socialista de toda la vida", como le definió en una ocasión la ex concejal socialista Rosa Pareja, ha puesto todo su empeño en conseguir la alcaldía. En sus discursos repite continuamente la palabra ilusión, y pese a que a lo largo de su carrera ha pasado por algún que otro momento difícil, afirma que vale la pena el intento sólo por vivir momentos en loor de multitudes, como la cena en la que presentó su candidatura y a la que asistieron más de 700 personas. Asegura que la de ser candidato no es una decisión personal,"sino colectiva", refiriéndose a la opción que su partido tomó por él. "Sustituí a Toni Farrés [como diputado de Sabadell en el Parlament, ya que de otra manera no podría ser al militar y presentarse por formaciones distintas] y ahora lo haré como alcalde", aseveró, sin dejar de sonreír en ningún momento, cuando presentó su candidatura a la alcaldía.
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