"En Sevilla descubrí mi otra alma", dice Iñaki Gabilondo al volver a la ciudad

El donostiarra Iñaki Gabilondo leyó una vez un poema del santanderino Gerardo Diego. Sus versos plasmaban algo que Gabilondo tenía muy metido en el corazón. "Sevilla es la ciudad donde habita mi otro yo", decía Gerardo Diego. "Descubrí que tenía dos almas. Y aquí descubrí esa otra alma", afirmó ayer Gabilondo en la presentación en Sevilla de Ciudadano en Gran Vía. Escrito por los hermanos Carmelo y Martín Rivero -que firman con el pseudónimo Carmelo Martín-, el libro narra "la aventura de 30 años de radio" vividos por Gabilondo.

Gabilondo se hizo portavoz ayer de "esa curiosa fascinación" que sienten muchos vascos hacia el sur. "Antes de venir a Andalucía yo me sentía llamado. Cuando llegué aquí, me encontré en casa", señaló Gabilondo, que por la tarde dio el pregón de la Feria del Libro de Sevilla. Gabilondo tuvo un dulce recuerdo para los cuatro años que pasó en Sevilla. "Lo que pude dejar a Sevilla no es nada en comparación con lo que Sevilla me dejó a mí. Hay un Iñaki Gabilondo antes de la llegada a esta casa [Radio Sevilla] y otro después de su salida. El Iñaki Gabilondo posterior es mejor porque es más profundo, dubitativo, contradictorio...", explicó el periodista. "Aquí descubrí el paganismo, la sensualidad...", añadió. La presentación de Ciudadano en Gran Vía (El País-Aguilar) sirvió ayer de pretexto para recordar algunos fantasmas arrumbados en el desván del pasado. Gabilondo vivió una anécdota "kafkiana" a principios de los años setenta, cuando la policía impidió durante tres días la emisión de Radio San Sebastián. El pretexto era de un surrealismo involuntario: "Era un 29 de abril y entran varios grises y un par de polis de paisano, y me dicen que debo cortar la radio porque pasado mañana, 1 de mayo, hay prevista alguna algarada y los coches patrulla de la policía se han comprado unos equipos de radio especialmente para esa ocasión y al intercomunicar una unidad con otra sale Radio San Sebastián", relata el periodista en el libro. A Gabilondo, que era el director de esta radio de la cadena SER, no le sirvió de nada explicar que Radio San Sebastián emitía en esa frecuencia desde 1926. En 1975, pocos días antes de morir Franco, Gabilondo era director de Radio Sevilla. Un día, dos militares entraron en la sede de Radio Sevilla para notificarle que "no iban a volar la emisora". "Yo no sabía si estaban de broma o no", dijo Gabilondo. Lo patético es que los dos soldados hablaban en serio. La España franquista era así. Gabilondo criticó la "falta de humildad" del periodismo español. "No [pido] humildad franciscana, sino capacidad de autocrítica. El periodismo es un oficio desarrollado por gente muy potente, cuyo único inconveniente es que vive con demasiada soberbia su propia potencia. No puede ser más importante el periodista que cuenta un gol que el que lo mete", dijo Gabilondo antes de terminar. Decenas de personas -sobre todo mujeres- se acercaron a él, segundos después, para que les dedicara su libro.