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Ibarretxe 'enfría' el pacto con EH hasta que ofrezca garantías de su apuesta democrática

Pedro Gorospe

La Presidencia vasca no tiene, de momento,garantías de que la apuesta de Euskal Herritarrok por las vías democráticas sea lo suficientemente permanente y duradera como para firmar el pacto de Gobierno. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, pidió ayer calma y dijo que "hay que asegurar cada paso para no correr el riesgo de despeñarse". Fuentes del Ejecutivo vasco sostienen que Ibarretxe quiere garantías de que la marca electoral de Herri Batasuna no va a dar cobertura política a un eventual rebrote de la violencia. Aunque hay contactos diarios entre el Gobierno vasco y la formación que lidera Arnaldo Otegi, es poco probable que la firma del acuerdo se produzca antes de la importante asamblea que celebra HB mañana.

Ibarretxe se limitó ayer a pedir calma en la cuna del cooperativismo vasco, Mondragón. Bajo una carpa instalada en una empresa de frigoríficos del grupo Mondragón Corporación Cooperativa, -aunque la temperatura superaba los 30 grados- Ibarretxe quiso enfriar la prisas de EH y de su propio partido por oficializar la firma del pacto de Gobierno."Hay que pisar por donde pisa el buey, y eso significa que hay que asegurar cada paso para no correr el riesgo de despeñarse. Ese podría ser el peor de los errores que podríamos cometer en estos momentos", adelantó Ibarretxe, quien agregó que "la precipitación ha sido y es uno de los grandes males de la política", sugiriendo que las prisas en otras ocasiones han provocado la ruptura de sucesivos Gobiernos.

Los dos máximos responsables de Euskal Herritarrok y Eusko Alkartasuna, Arnaldo Otegi y Carlos Garaikoetxea, respectivamente, han coincidido esta semana en subrayar que por parte de sus formaciones "no hay ningún obstáculo objetivo para firmar ya el acuerdo". Sin embargo, Ibarretxe quiere garantías sólidas de que la apuesta de los independentistas por las reglas de juego democráticas está a cubierto de cualquier contingencia y, de momento, no tiene indicios suficientes. Fuentes de la Presidencia vasca confirmaron ayer que "hay bases sólidas para el acuerdo, pero todavía no se ha producido", aunque evitaron profundizar en las causas "porque las conversaciones son permanentes y fluidas".

Aunque el PNV ya ha dado el visto bueno al acuerdo, el lehendakari ha solicitado el compromiso de que EH no va a compatibilizar la participación institucional con una eventual justificación de la violencia si en algún momento se produce un rebrote. Para Ibarretxe, siempre según fuentes del Gobierno, EH tiene que dejar absolutamente claro que, a partir de la firma del acuerdo de legislatura, no podrá asociarse la violencia a un partido que presta su apoyo a un Gobierno democrático.

Más allá de los compromisos de los firmantes de la declaración de Lizarra, Ibarretxe es consciente de que se está jugando algo más que la mayoría absoluta en el Parlamento vasco, y ayer aseguró que "lo importante es hacer como país una apuesta por un modelo de convivencia pacífica". En estas condiciones, es muy difícil que la firma se anuncie antes de la Asamblea Nacional que HB celebra mañana, en la que se pronunciará por la participación en todas las instituciones vascas.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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