Abaitua declara que Escolar le dijo que "faltaban 1.344 millones" de Carburos
También le explicó que "las sospechas apuntaban a Arturo Romaní"
El ex miembro de la comisión ejecutiva de Banesto Juan José Abaitua declaró ayer que Rafael Pérez Escolar le narró a él y a Ricardo Gómez Acebo, en el despacho de éste, que "faltaban 1.344 millones de pesetas que procedían de una opción de compra de Carburos Metálicos, y parecía que las sospechas apuntaban al señor Arturo Romaní". Abaitua se ratificó en lo que declaró en la instrucción, y cuando la defensa de Romaní preguntó si no era verdad que más tarde se había echado atrás, el testigo dijo: "Absolutamente, no".
La declaración de Abaitua fue de esas que uno ve en las películas. El abogado del testigo, Luis Tena, había intentado aplazar sine die su comparecencia, ya que se encuentra enfermo del corazón. Otro testigo, también enfermo, Ricardo Gómez Acebo, había pospuesto hace algunas semanas su declaración. Gómez Acebo falleció hace pocos días.El tribunal, en conocimiento de la enfermedad de Abaitua, le protegió como una madre y urgió tanto al fiscal Javier Sánchez Junco como a las defensas de Romaní y Pérez Escolar a que preguntaran directamente.
Abaitua, un hombre de buena planta, pelo blanco abundante y tez tostada, lucía un traje ligero color celeste. Tomó asiento y con voz enérgica, en tono de enfado, fue contestando a las preguntas del fiscal. Argumentó que estaba enfermo y que por esa razón sus médicos le habían recomendado que olvidara "todo lo malo que he sufrido con la intervención del banco". Preguntado por las afirmaciones de Pérez Escolar en el despacho de Ricardo Gómez Acebo, el testigo dijo: "Lo que dije allí, ante el juez García-Castellón, lo ratifico aquí. Recuerdo que le pregunté a Pérez Escolar, tras decirnos que faltaban los 1.344 millones, que si tenía pruebas debía golpear la puerta próxima al despacho de Gómez Acebo, que era la del presidente [Mario Conde], y decírselo a él".
Como viera que el fiscal insistió, el presidente del tribunal, Siro García, señaló que el testigo se había ratificado ya en su declaración. En varias ocasiones, en tono protector, el presidente indicó a los letrados que no insistieran en lo mismo y que se limitaran a hacer preguntas. El letrado de Arturo Romaní preguntó a Abaitua si no era verdad que con posterioridad a su declaración ante el juez instructor había hablado con Rafael Pérez Escolar. El testigo le preguntó a qué se refería. El abogado inquirió si no le había "reconocido a Pérez Escolar que se había confundido" al declarar sobre los 1.344 millones y sobre las sospechas respecto a Romaní. "En absoluto", dijo casi con un grito Abaitua. Se hizo un largo silencio, espeso, en la sala. Y el testigo, a su vez, preguntó. "¿Si me he confundido, quién, yo o él?", dijo refiriéndose a Pérez Escolar. "Usted", dijo el abogado de Romaní. "En absoluto", volvió a asegurar Abaitua. El letrado de Pérez Escolar sólo le preguntó a Abaitua si se había informado en el consejo de Carburos sobre la opción y los 1.344 millones, a lo que el testigo dijo que no.
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