El Eje Transversal se queda corto La nueva carretera, que ha unido directamente Lleida con Girona, y Vic con Manresa, registra tasas de utilización tan elevadas que tendrá que adelantar su ampliación

La mayor infraestructura viaria que ha construido la Generalitat va camino de quedar pequeña antes de lo previsto. El socialista y catedrático de Economía Ernest Lluch, en una conferencia pronunciada en Manresa antes de la inauguración del eje, dijo: "Si es un éxito será un fracaso y si es un fracaso será un éxito". Y la premonitoria doble paradoja se está cumpliendo. No se hubiese admitido una inversión de casi 70.000 millones de pesetas, de la que se hablaba desde la Segunda República, si por esta carretera que une Lleida con Girona pasando por la Cataluña central, circulasen pocos vehículos, pero si el tráfico es excesivo -un problema que se anticipará al 2005, año en que la Generalitat previó su ampliación- se hablará del fracaso que supone no haber construido una vía de doble carril desde Cervera (Segarra) hasta Vilobí d"Onyar (Selva), las poblaciones situadas en cada extremo del eje. El Eje Transversal se construyó como una carretera que debía acercar dos polos económicos como Lleida y Girona, ciudades que, hasta la entrada en servicio de la nueva vía, tenían que pasar antes por Barcelona para ir de una a otra. Pero los flujos de tráfico han demostrado que además es una vía necesaria para Vic y Manresa, dos ciudades que tienen mucho en común y que, en cambio, han vivido de espaldas, separadas por una carretera infernal. Los políticos han entendido que la nueva carretera era una plataforma para buscar las interacciones que permitan hablar en unos años de una Cataluña central real y los técnicos valoran el papel que desempeña esta carretera para Vic y Manresa. El eje se inauguró en diciembre del 1997 y durante 1998 circularon por él una media de 7.255 vehículos diarios. Poco después de entrar en servicio ya se vio que el tramo con más tráfico era el Vic-Manresa, a pesar de ser el último en entrar en servicio (el Cervera-Manresa se inauguró unos meses antes y el Vic-Girona ya estaba en servicio). Durante 1998, entre Vic y Manresa circularon una media de 8.445 vehículos diarios y el mes con más densidad fue el de septiembre con 9.848 vehículos. En el primer trimestre del año los incrementos respecto a 1997 fueron muy notables, superiores al 15% en el conjunto del trayecto. Entre enero y marzo de 1998 circularon entre Cervera y Manresa una media diaria de 4.654 vehículos; entre Manresa y Vic, 7.467, y entre Vic y Girona, 6.073, según datos de las mediciones de la Generalitat. En este mismo periodo, entre Cervera y Manresa viajaron una media de 5.409 vehículos (+16,21%); entre Manresa y Vic, 8.644 (+15,76%), y entre Vic y Girona, 6.955 (+14,14%). Pero un viajero del Eje Transversal se queda con una imagen: la gran cantidad de camiones que se encuentra durante el recorrido. Se anunció antes de inaugurarse esta carretera que sería de gran utilidad para poner en contacto las tres cabañas de porcino más importantes de Cataluña (Lleida, Girona y Vic) y, efectivamente, no hay recorrido por esta carretera, en día laborable o festivo, sin algún camión de transporte de cerdos. Además del sector porcino, otros muchos sectores y empresas de trasportes internacionales también han descubierto esta vía alternativa y gratuita. En estos momentos, el porcentaje de vehículos pesados en el conjunto del Eje Transversal supera el 24%. Las cifras hablan a las claras de la importancia de la carretera. Jordi Ludevid, arquitecto urbanista y presidente del Colegio de Arquitectos de Manresa, recuerda: "Antes de inaugurar hubo quien aseguró en contra del parecer general que el Eje Transversal no sería un paso de camiones, porque había algunas pendientes muy pronunciadas y no se ahorraba tiempo de viaje respecto a la autopista. Se equivocaron". Con o sin camiones, el eje es, sin discusión, una carretera que mejora notablemente la situación de la Cataluña central y que potencia los pulmones económicos de Lleida y Girona.