Netanyahu cierra las oficinas palestinas en Jerusalén para ganar apoyo electoral
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, ávido de publicidad para remontar los sondeos electorales que le dejan como perdedor en los comicios generales del próximo lunes, ordenó ayer por la noche cerrar tres departamentos de la Orient House, la principal institución palestina en Jerusalén Este, considerada por los israelíes como el cuartel general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en la ciudad y, en la práctica, sede del Ministerio palestino de Asuntos Exteriores.
Los departamentos cerrados son el Instituto de Geografía y Mediciones, Centro de Instituciones Nacionales y el de Estudios Internacionales. Decenas de militantes palestinos del partido gubernamental Al Fatah, funcionarios del Gobierno autónomo y policía al servicio de Yasir Arafat se han hecho fuertes en el interior del edificio dispuestos, si es necesario, a defender con sus armas la institución y a impedir que se clausure, lo que podría suceder hoy martes a última hora de la tarde.La Administración del Orient House, que preside el dirigente de la OLP Faisal Husseini, podría paralizar la orden de cierre presentando un recurso ante el Tribunal Supremo, pero se niega a ello ya que, según su opinión, esto significaría el reconocimiento de la jurisdicción de Israel sobre el edificio, las instituciones que allí se albergan y sobre todo sobre Jerusalén Este.
En medio de la tensión, grupos pacifistas propalestinos han anunciado ya la decisión de recurrir la orden de clausura, prolongando la vida de los tres departamentos mientras se acerca la fecha de las elecciones generales, la única razón política que ha motivado la decisión de Netanyahu.
El edificio de la Orient House, un antiguo hotel bautizado con este mismo nombre, alberga desde 1980 una docena de asociaciones palestinas, algunas con marcado carácter político y vinculadas a la política internacional de la OLP, por lo que se considera a este edificio la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de Yasir Arafat.
Las actividades de la Orient House fueron toleradas y protegidas por las mismas autoridades de Israel, según se desprende de una carta secreta que el ex ministro de Asuntos Exteriores Simon Peres envió en 1993 al ministro de exteriores noruego Johan Jorgen Holts, en la que se comprometía a "preservar" estas instituciones por que "son esenciales para la población palestina" de Jerusalén, compuesta por unos 200.000 ciudadanos.
En la campaña electoral de 1996, el entonces candidato de la derecha Benjamín Netanyahu, anunció su intención de cerrar la institución, por considerar que era un símbolo de las reivindicaciones palestinas sobre la ciudad de Jerusalén y ponía además en entredicho el carácter judío de una "capital indivisible". Netanyahu ha desenterrado ahora de nuevo el viejo contencioso en un intento de remontar los 12 puntos que le separan a su rival laborista, Ehud Barak, que las encuestas le dan como triunfador.
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