De Ginebra a Barcelona, en coche con 300 millones

Huguet y Aguiar reconocieron ayer que cancelaron sus cuentas en Paribas en abril de 1993 después de que Torras—KIO presentase una querella criminal contra el equipo de Javier de la Rosa, entre el que se encontraba el abogado Juan José Folchi. Su intención era evitar verse involucrados.

Ambos, siempre según el relato de los hechos que hicieron ayer ante la juez, acudieron para ello a Ginebra (Suiza). Tras retirar en efectivo la totalidad del dinero depositado en las dos cuentas, volvieron hacia Barcelona, cada uno con su propio automóvil cargado con unos 150 millones de pesetas.

En Barcelona lo ocultaron en una caja de seguridad de La Caixa y en casa de una tercera persona que no quisieron identificar.

¿Y qué pasó con el dinero una vez en España? Pues que se lo gastaron igual de rápido que lo ganaron. Según ellos, en inversiones inmobiliarias, en reparaciones de sus casas y en sus gastos corrientes. Es decir, que no sólo no se les pueden den pedir responsabilidades penales por su delito fiscal (habrían pasado más de cinco años), sino que tampoco tienen grandes propiedades conocidas. Un apunte cínico de la jornada se produjo cuando alguien preguntó a Huguet que habría ocurrido si de forma aleatoria le hubiera tocado inspeccionarse a sí mismo. Según personas presentes en la declaración, no le tembló la voz al decir que habría sido implacable.