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ELECCIONES 13-J Municipales

El PSOE disputa la hegemonía al PP en 8.000 municipios

Los socialistas confían en recuperar capitales, y los populares, en subir en poblaciones medias

Luis R. Aizpeolea

Las elecciones en 8.019 ayuntamientos, 13 comunidades autónomas y para el Parlamento Europeo el 13 de junio son el primer gran enfrentamiento de las dosprincipales fuerzas políticas desde los comicios del 3 de marzo de 1996. La lucha por el poder municipal es la clave de la cita. El PP, como partido gobernante, parte con una ventaja: el efecto favorable que puede acarrearle el clima de cierto optimismo político y económico que arrojan los sondeos. Pero tiene dos puntos débiles respecto a la anterior cita ante las urnas de 1995: los pactos entre PSOE e IU funcionarán esta vez frente a lo sucedido hace cuatro años y, además, difícilmente mejorará globalmente el magnífico resultado logrado en aquellas elecciones.El PP puso el listón muy alto en los pasados comicios municipales: consiguió el gobierno en 3.422 consistorios frente a 2.414 del PSOE. A su vez, Izquierda Unida (IU) logró 176 alcaldías; CiU, 620; el PNV, 150; el Bloque Nacionalista Galego (BNG), 13, y 1.224, las formaciones independientes.

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En las capitales de provincia, el resultado fue aún más espectacular para el PP. Se alzó con las alcaldías en 41 de las 50 capitales de provincia españolas -sin contar Ceuta y Melilla que tienen rango de comunidad autónoma- frente al PSOE, que sólo logró cinco. Los nacionalistas se repartieron las cuatro restantes: PNV, dos -Bilbao y Vitoria-; CiU, uno -Tarragona- y Coalición Canaria (CC), uno -Santa Cruz de Tenerife-. Entre las capitales que conquistó el PP figuraban algunas tan emblemáticas como Madrid, Valencia, Sevilla, Málaga y Zaragoza. En las dos primeras revalidó el triunfo que obtuvo por vez primera en 1991.

El PP sabe que es difícil superar el impacto de este resultado. Pío García Escudero, coordinador nacional de este partido, dice que sus aspiraciones son "consolidar los resultados de 1995 con mejorías, incluso, en votos, en algunos ayuntamientos". García Escudero admite que estas elecciones tienen para el PP el inconveniente de que puede perder algunas capitales de provincia y que ello aparente un retroceso. "Son ciclos vitales. En algunos municipios puede perderse la alcaldía por efecto del desgaste. Entra dentro de los normal", admite. Pero cree que lo compensarán con mejorías en municipios medios -el punto fuerte del PSOE- y en la consolidación en algunas grandes poblaciones de tradición socialista -como Málaga y Cádiz- que ya ganaron en 1995. "Estos cuatro años han consolidado a algunos de nuestros alcaldes en municipios históricamente socialistas", dice el PP en referencia a Andalucía.

García Escudero tiene también muy claro que estas elecciones no van a cambiar decisivamente el mapa político español. No van a ser ni las de 1979, en las que el PSOE, con el apoyo de los pactos de izquierda, barrió en la mayoría de los ayuntamientos y capitales de provincia. Ni tampoco las de 1995, cuando el PP dio la vuelta a la tortilla con sus propias fuerzas y algunos apoyos puntuales de los partidos regionalistas. "Tradicionalmente, las elecciones municipales han sido el primer escalón de poder para un partido que aspira a gobernar la nación. Las elecciones de 1999 no tendrán este efecto para el PSOE", dice el coordinador nacional del PP.

Los socialistas tampoco se plantean en estas elecciones municipales un vuelco respecto a la tendencia marcada en 1995 por el PP. Admiten que el clima político general es favorable para el partido al frente del Ejecutivo. "Se vive un clima de optimismo que favorece al partido del Gobierno, pero es un efecto burbuja que oculta las deficiencias del PP en la gestión de los ayuntamientos que han gobernado estos años", señala el secretario de Política Municipal del PSOE, Alfonso Perales.

La situación interna del PSOE, con José Borrell, su candidato a la Presidencia, acosado por el escándalo de dos de sus colaboradores más estrechos en su etapa de secretario de Estado de Hacienda, tampoco le favorece. De ahí que los socialistas insistan en desligar esta campaña electoral de la batalla nacional y defiendan un debate "muy ligado a la gestión en los municipios". Algo que, por otra parte, han solicitado numerosos candidatos socialistas a las alcaldías.

No obstante, los socialistas confían en consolidar sus actuales posiciones -las cinco capitales que retuvieron en 1995- y, sobre todo, el suelo electoral que mantienen en los ayuntamientos medios -entre los 20.000 y 50.000 habitantes-. Perales recuerda también que el PSOE consiguió, en 1995, las alcaldías en 43 de los 122 municipios de más de 50.000 habitantes, lo que le permitió aguantar el tirón del PP que sólo le rebasó en cuatro puntos frente a los diez de las elecciones europeas celebradas el año anterior. Logró 6.746.120 votos frente a los 7.686.640 que obtuvo el PP.

El PSOE fracasó en esa ocasión en las capitales de provincia. Sólo retuvo cinco de las 50 con las que partía: Barcelona, A Coruña, San Sebastián, Lleida y Girona. "Tanto en las elecciones europeas de 1994 como en las municipales de 1995 se votó en contra del PSOE por los escándalos y ese efecto tuvo su principal repercusión en las capitales de provincia, en las zonas más urbanas", apunta Perales.

El secretario de Política Municipal del PSOE, superado aquel clima político, confía no sólo en consolidar aquellos resultados sino en recuperar algunas de las capitales. Para ello cuenta con un instrumento del que no dispuso el PSOE hace cuatro años: los pactos de gobierno con IU. Sus expectativas se centran, sobre todo, en los ayuntamientos pertenecientes a las comunidades autónomas en que gobierna el PSOE, como Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura.

En el caso de Andalucía, creen posible la recuperación de Sevilla, Jaén y Almería y, en menor medida, Granada y Córdoba. En el caso de Castilla-La Mancha, sus prioridades son Toledo, Cuenca y Albacete. Tampoco descartan recuperar alguna de las tres capitales extremeñas, Cáceres o Badajoz, o la de la propia comunidad autónoma: Mérida.

Madrid, el principal escaparate de las elecciones municipales, no está perdida para el PSOE, pese a las encuestas. La capital de España, gobernada durante dos mandatos por el PP, va a ser un crucial campo de batalla, auguran García Escudero y Perales. "Como capital de España es el principal símbolo de los municipios", afirma el coordinador nacional del PP.

El secretario de Política Municipal del PSOE asegura que su candidato por Madrid, Fernando Morán, es el más popular, según los sondeos. "Se trata de aprovecharlo. Lo que la gente tiene que saber es que se presenta a las elecciones", señala Perales. Los socialistas también confían en consolidar su poder en el cinturón industrial de Madrid -Leganés, Getafe, Fuenlabrada, Alcorcón, Móstoles...-, con la consagración del pacto de izquierda.

Los socialistas se juegan mucho en la batalla de Barcelona, que fue el principal escaparate que vendieron en los anteriores comicios al triunfar sobre CiU y extender la victoria a Lleida y Girona y los ayuntamientos más significativos de Cataluña. En este momento, les resulta especialmente relevante esta victoria por la proximidad de las elecciones autonómicas catalanas.

El PP confía en consolidar e incluso mejorar las posiciones que logró en 1995 en las capitales de los municipios de las comunidades de Valencia, Castilla y León, Aragón, Murcia, Cantabria, La Rioja y Galicia, aunque en esta última lo tiene muy difícil en el feudo socialista de A Coruña así como en Santiago de Compostela y Vigo, dónde funcionará, previsiblemente, el pacto entre el BNG y PSG.

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