La Fira del Llibre cierra con la mayor presencia de editores y escritores valencianos de su historia

Las editoriales y los escritores valencianos se han volcado este año como nunca en la 30 edición de la Fira del Llibre de València, que concluyó ayer. Además de la larga lista de autores que han desfilado por el certamen para firmar sus obras, ha aumentado la presencia de los editores, así como los actos organizados, siendo el servicio de publicaciones de la Universidad de Valencia uno de los protagonistas. Alrededor de 350.000 visitantes han pasado por la Fira, que ha obtenido un volumen de negocios de 170 millones de pesetas, según el Gremi de Llibrers.

"Llevo 10 años viniendo a la Fira y puedo decir que ésta es la edición en la que ha habido más interés por los libros en valenciano", manifestaba ayer Manuel Ibáñez, responsable comercial de la editorial Bromera. Durante ese periodo se ha experimentado un cambio en las demandas de los clientes que refleja una mayor aceptación de los libros escritos en valenciano. "Ahora se compran más y son los propios padres quienes insisten para que el hijo elija un libro en valenciano en vez de castellano", asegura este profesional de la edición. Bromera, de todas formas, tenía una apuesta segura para esta edición con la presencia del escritor Ferran Torrent en la caseta de la editorial. Casi 400 ejemplares ha firmado de su última novela, L"illa de l"holandés, a pesar de que ya lleva ocho meses en el mercado. "No me puedo quejar", comentó Torrent. Tampoco le han funcionado mal las cosas a la escritora valenciana Carme Miquel. Ha vendido una cantidad similar a la del autor de Sedaví de su reciente novela Aigua en cistella, ganadora del último premio de novela de Bromera. Miquel y Torrent han sido, junto a Isabel-Clara Simó, los autores con obras en valenciano que más han vendido en la presente edición. Los dos primeros, de hecho, se han convertido en clásicos del certamen en los últimos años. Ambos protagonizan un caso singular: también en Cataluña copan las listas de los éxitos editoriales. Llorenç, el contacontes, también ha sido un protagonista del certamen, con la particularidad de que este año ha añadido a su habitual participación en los talleres de animación lectora su presencia en las casetas de las librerías. Las Endevinalles de Llorenç ha funcionado "muy bien", según indicaron los responsables de Tàndem sobre esta obra ilustrada que será traducida al castellano. Esta editorial es la primera vez que ha acudido a la Fira y, además de vender más ejemplares que en ediciones precedentes, ha tenido la oportunidad de establecer un contacto directo con los lectores y de mostrar todos sus fondos. La propia presidenta del Gremi de Llibrers, Glòria Mañas, destacó que la presente edición ha sido "la Fira de las editoriales valencianas, no sólo por la presencia en las casetas y actos, sino por la afluencia de autores. Aparte de las colecciones de la Universidad de Valencia, hay que destacar las novedades editoriales de Tàndem, El Bullent, Bromera, Camacuc, La Máscara...". La paulatina extensión de la educación en la lengua autóctona es uno de los motivos que explican la mayor demanda de libros en valenciano, junto a la propia labor que desarrollan las editoriales, que desde hace un tiempo desarrollan importantes campañas de promoción. La producción de libros en valenciano se ha incrementando de manera patente en los últimos años. De todas formas, ésta es una situación generalizada en el sector editorial español. La saturación de novedades ha llegado a un punto tal que los libreros devuelven libros sin que éstos nunca pasen por las estanterías de las librerías, un fenómeno que origina las quejas continuas de los libreros. La promoción de los libros y de sus autores es ahora una de las actividades primordiales, si no la principal, de las editoriales. Escenario natural En este sentido, la Fira del Llibre de València es el escenario natural de las editoriales valencianas y así se ha demostrado en la presente edición. Pero, pese al aumento en el interés por los libros en valenciano, que contrasta con los estancados índices de lectura de la Comunidad Valenciana -uno de los más bajos del Estado-, la Fira es fundamentalmente un campo abonado para las novedades de los autores que más venden en España. Así, Manuel Vicent, con Son de mar; Maruja Torres, con Mujer en guerra, y José María Mendiluce, con Pura vida, han sido los autores con más éxito en el certamen, con permiso de Carmen Alborch. Su libro Solas sigue siendo todo un fenómeno editorial y también sociológico. Ayer, una librera señalaba que la ex ministra de Cultura le había salvado la Fira gracias a la pila de libros que vendió de ella cuando estuvo en su caseta firmando ejemplares. Algunos libreros discrepaban del balance positivo que ha hecho el Gremi sobre el certamen de este año. Aseguran que, a excepción del espléndido fin de semana del 1 de mayo, la afluencia y las ventas han sido regulares.