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PRECAMPAÑA ELECTORAL

Aznar advierte del fracaso de quienes practican "políticas de exterminio"

El presidente anuncia en Valencia que dejará en cero este año el déficit de la Seguridad Social

Javier Casqueiro

José María Aznar viajó ayer a Valencia para ensalzar a esta comunidad gobernada por el PP por su modernidad, integración y solidaridad. Y lo hizo con el ejemplo de su acogida a unos refugiados kosovares para lanzar de nuevo otro mensaje de advertencia a los nacionalistas en Cataluña y el País Vasco. En el caso de los vascos el aviso tuvo que ver con la violencia: "Vamos a seguir luchando en todas partes para que esas políticas de exclusión no tengan éxito en ningún lado". Y añadió: "Las políticas de exterminio y eliminar físicamente al adversario no triunfarán en ningún sitio".

La mención a las pretensiones catalanas de más autogobierno y más representatividad, reiteradas esta semana en documento oficial del Gobierno de Jordi Pujol, le sirvió a Aznar para pedir el voto al PP y asegurar así que la actual Constitución y los Estatutos seguirán igual en el siglo XXI sin "reformas, relecturas ni interpretaciones".Cuando Aznar se refirió ayer a que no permitirá en España políticas de exclusiones lo relacionó con el panorama del País Vasco con los nombres y apellidos de cargos del PP asesinados por ETA. Primero recordó que el jueves había estado en Pamplona con la viuda del edil Tomás Caballero, y a continuación hizo levantarse a Consuelo Ferolla, alcaldesa de Terrateig, la madre de Gregorio Ordoñez, presente en el pabellón polideportivo de la Fuente de San Luis, ocupado ayer con más de 5.000 mayores, como llaman en el PP a los integrantes de la tercera edad. El local se quedó muy lejos de llenarse.

Aznar reiteró ayer: "Yo quiero decir que las políticas de exclusión y exterminio, ésas no triunfarán, en ningún sitio, y no aceptaremos que nadie se cobre un precio por dejar de matar". Y cerró así ese asunto: "Haremos todo lo posible, y lo estamos haciendo, para asegurar la convivencia en el País Vasco a las opiniones de todos".

El presidente del PP ejercitó ayer su doble función como máximo responsable del Gobierno al comentar por primera vez en público su balance de la política de su Ejecutivo en el tercer aniversario que acaba de cumplirse. Su análisis de los resultados obtenidos es "razonablemente positivo". En ese contexto rescató las cosas negativas que se dijeron entonces, cuando formó Gobierno, y las contrarrestó con algunos logros, que resumió fundamentalmente en dos: la estabilidad política y la institucional.

La mención a la estabilidad, sobre todo a la institucional, la recalcó para poder disertar sobre la validez de la Constitución de 1978, una de sus auténticas obsesiones durante los últimos meses.

Texto sagrado

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Aznar persigue así convertirse en el paladín de la Carta Magna y, sobre todo, reafirmar a los interesados que ese texto es casi sagrado y él no está dispuesto a tocarlo. Y enfatizó: "No es momento de reformas, ni de relecturas ni de interpretaciones; es momento para reafirmar que lo que ha supuesto un éxito debe servir para el siglo XXI". Una promesa en la que implicó electoralmente al PP al presentar a ese partido como el único capaz de garantizar esa estabilidad para el futuro de España. A partir de ahí enlazó con sus reiteradas teorías de que ha llegado el momento de la cooperación y la corresponsabilidad en España entre el Estado y las autonomías y los municipios; de impulsar más políticas reformadoras para generar empleo; consolidar las pensiones; sanear la Seguridad Social (ayer se atrevió a comprometerse en que durante 1999 se eliminará su déficit y se dejará en cero) y mantener su Caja Única. El déficit previsto en la Seguridad Social para 1999 asciende a 80.000 millones de pesetas.La intervención de Aznar fue prologada entre otros oradores por Javier Arenas, secretario general del PP, que volvió a exigir al PSOE y a Felipe González que pidan perdón por haber extendido el rumor en la campaña de 1996 de que si los populares ganaban los pensionistas perderían 8.000 pesetas. Arenas llegó hasta atribuir indirectamente al PSOE entonces una presión sobre los mayores y asegurar que el PP "nunca lo hará, el cambiar un voto por una pensión".

Sin mentar jamás a Jordi Pujol, Arenas se sintió obligado a destacar ayer la posición del PP sobre la decisión del Gobierno de la Generalitat de no renovar tres licencias de la COPE en Cataluña: "Ratificamos una vez más nuestro compromiso con la libertad de expresión, de pluralidad informativa, porque nunca vamos a entender que nadie intente callar otra voz porque no coincida con la suya".

Al acto asistió en presidente de la comunidad, Eduardo Zaplana, después de padecer un retraso de casi cuatro horas, la noche anterior, en un vuelo de Iberia. Y también simpatizantes del PP muy conocidos en el mundo de la televisión, como el actor Pedro Peña, el abuelo de Médico de familia o Antonio Ferrandis Chanquete.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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