_
_
_
_
_

El PSC teme que la opción de Serra a comisario europeo debilite a Maragall Romano Prodi baraja el nombre del primer secretario para la nueva Comisión

Enric Company

La posibilidad de que Narcís Serra sea el candidato de los socialistas a una de las dos plazas de comisario europeo que le corresponden a España ha provocado reacciones contradictorias en el PSC. El secretario de organización, José Montilla, manifestó, rotundo, que "ahora no puede irse", porque el partido no puede quedarse sin primer secretario cuando está dando la batalla para mantener la alcaldía de Barcelona y colocar a Pasqual Maragall en la presidencia de la Generalitat. En cambio, otros dirigentes consideran que el calendario doméstico del PSC no debe ser un obstáculo.

En la dirección del PSC la eventualidad de que Serra sea candidato a la Comisión Europea ha provocado algo así como una suspensión de la respiración. "Sería un comisario fantástico", dijo la diputada Mercedes Aroz, "pero no puede ser porque sus responsabilidades en el PSC no se lo permiten". Aroz, como Montilla, cree que en vísperas de que los socialistas catalanes se enfrenten a dos de las elecciones más complicadas de toda su historia no puede permitirse que Serra cambie de destino. Pero además la diputada añade que Serra tiene la delicada misión de "finalizar la transición en la dirección del partido". Y eso es un encaje de bolillos. En cambio, uno de los más destacados dirigentes territoriales del partido, Joan Ferran, se mostró indiferente a este tipo de problemas. "No se nos caería el cielo encima, y si hay que poner otro primer secretario, pues se hace", dijo. La cuestión no ha sido tratada oficialmente en los organismos del partido. Raimon Obiols, presidente del PSC y su primer candidato en las elecciones europeas, se negó a hacer ningún comentario sobre el asunto. Joaquim Nadal, presidente del grupo parlamentario afirmó: "Sólo estoy en condiciones de decir que sería un buen comisario". Una actitud muy parecida adoptó Pasqual Maragall, candidato a la presidencia de la Generalitat en las elecciones del próximo otoño. Preguntado sobre cómo afrontar esa situación, Maragall respondió, bromeando, con esta pregunta, dirigida a uno de sus colaboradores: "¿Se le ocurre alguna idea?". Y eludió continuar la conversación. En el círculo de relaciones más próximo a Serra no ha sorprendido en absoluto que el nuevo presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, haya pensado en el ex vicepresidente del Gobierno, con quien tiene una magnífica relación que data de los tiempos en que ambos estudiaban en la London School of Economics. Estos dirigentes piensan, como dijo uno de ellos, que "primero debiera salir bien una carambola europea muy complicada". La que habría de llevar al ex ministro socialista Pedro Solbes a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones. Porque Solbes es también candidato socialista a la plaza de comisario europeo. Y luego depende de una negociación con el Gobierno español. De las dos plazas de comisario europeo, una la ocupará un candidato del PP y el principal partido de la oposición propondrá al otro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_