Regalos de Palacios antes del 13-J
Invitación en mano, sofocando el calor, medio pueblo de La Carolina escuchó anoche a su alcalde, Ramón Palacios (PP), celebrar a bombo y platillo la creación del puesto de trabajo número 1.000 desde que llegó al Ayuntamiento. Lo de la invitación no era en vano. En ésta figuraba un número que daba acceso a la rifa de un coche cedido por un concesionario local. Si el agraciado no estaba en el recinto del polígono industrial donde se celebraba la fiesta, coche perdido. Francisco Manuel Olmo, un informático que trabaja en Madrid y propietario ya de otro vehículo, saltó de alegría cuando salió su número. Todo esto no fue más que un alto en el camino en la fiesta que ayer organizó Ramón Palacios y que, según el Ayuntamiento, fue patrocinado por firmas privadas. No faltó de nada. Desde el mediodía, un servicio de trenes neumáticos transportaba a los vecinos desde la plaza del Ayuntamiento hasta el polígono industrial. Atracciones hinchables para los niños, payasos, karaoke, globos aerostáticos para divisar el pueblo desde las alturas y hasta bar y música en directo. Los actos se organizaron para demostrar que se ha creado empleo: "Hace tiempo que algunos dicen que es mentira. Vais a recibir muy pronto un obsequio personal mío en vuestras casas, junto con una relación de empresas, para que podáis ver que existen y funcionan perfectamente", gritó Palacios ante los 5.000 asistentes al acto. "Así acabaremos ya definitivamente con las mentiras de los que tratan de ocultar la realidad", dijo. Quienes faltaron a la fiesta fueron los socialistas, pero su espíritu rondó en los pensamientos del alcalde, quien afirmó: "No puede haber un carolinense, piense como piense, que no disfrute de este polígono industrial, que antes era pasto de ovejas y cabras y ahora está lleno de empresas". Aunque ovejas quedan. La muestra estaba a la entrada del recinto donde un rebaño pastaba a las ocho de la tarde mientras muchas personas esperaban en cola para subir a los globos. Palacios agradeció, en varias ocasiones, "al Gobierno de España" las ayudas concedidas a La Carolina. Precisamente, el PSOE ha cuestionado el uso de este dinero. "Dios bendiga al pueblo de La Carolina, que es a lo que más quiero después de a mi familia", concluyó Ramón Palacios. El carácter electoralista del acto se descubrió en las palabras del alcalde al dar su "palabra de honor" de que seguirán llegando empresas y "ayudas". Estas palabras dieron paso a la protagonista del evento: Gloria López, la joven que ha conseguido el puesto de trabajo número 1.000, en los últimos cuatro años. En realidad el equipo de gobierno se ha quedado corto en la celebración, porque sus datos aluden a 1.047 empleados que trabajan en las 47 empresas que se han instalado en alguno de los dos polígonos industriales. La celebración guardó un regusto añejo. El turista un millón o galardones a las familias más numerosas se mantienen en el recuerdo, tan vivo en el caso del alcalde de La Carolina, que las ha adaptado a su pueblo. La imagen que se mantiene en la retina es la del cuatro latas con megáfono vendiendo o haciendo promociones. Esta estampa se ha repetido estos días en el pueblo. "Hay que ser agradecidos", recordaba el jueves desde el coche una voz ronca que instaba a los vecinos a acudir a la plaza del pueblo para escuchar en directo las palabras del vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos. Lo del jueves fue la parte oficial. Más formal, más elegante y para un grupo reducido, sobre todo de empresarios y la cúpula dirigente del PP local y provincial. El reverso para el pueblo fue el de ayer, que terminó, bien entrada la noche, con una verbena popular como rezaba el último renglón de la invitación "personal e intrasferible" que recibieron los carolinenses censados mayores de edad.
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