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La Junta proyecta un segundo aeropuerto en la Costa del Sol, aunque se amplíe el de Málaga

Vallejo no considera prioritario obtener las transferencias de gestión aeroportuaria

Málaga El Plan Director de Infraestructuras de Andalucía (PDIA) que el próximo martes aprobará el Consejo de Gobierno prevé la construcción de un segundo aeropuerto en la Costa del Sol que estaría ubicado en los límites de las provincias de Málaga y Cádiz. Según el consejero de Obras Públicas, Francisco Vallejo, el proyecto forma parte de las prioridades del Gobierno. "Tenemos que adecuar nuestras infraestructuras a las necesidades de los próximos años", dijo Vallejo, que ayer se reunió en Málaga con la Unión de Consumidores de Andalucía para analizar el caos aéreo y estudiar posibles soluciones.

El plan que el martes aprobará el Ejecutivo autonómico hace una referencia genérica a que el previsible crecimiento de la demanda de transporte aéreo por la Costa del Sol Occidental, la Bahía de Algeciras y la zona del Estrecho de Gibraltar, "debería ser objeto de un estudio de viabilidad y localización de futuras instalaciones aeroportuarias". Sin embargo, Vallejo aseveró ayer que el proyecto tiene un carácter prioritario, acentuado tras la situación de caos aéreo actual en España. El nuevo aeropuerto estaría ubicado en los términos municipales de Estepona o Manilva, en el extremo occidental de la provincia de Málaga y su construcción es "compatible y necesaria" con la segunda pista en el aeropuerto de Málaga de forma inminente. El Partido Popular estima que hasta el año 2008 al menos no será necesaria la segunda pista. Vallejo hizo ayer una advertencia -"o nos preparamos o nos coge el toro"- y lamentó que en los tres años de Gobierno del Partido Popular "no se ha hecho ninguna apuesta por la planificación". El consejero está convencido de que en los próximos años habrá un considerable incremento del tráfico aéreo debido a la mejora del nivel de vida y al proceso de globalización. A ello ayudará además la liberalización del tráfico aéreo, cuya falta de planificación es precisamente una de las causas en las que Vallejo sitúa el origen del caos aéreo. Desinformación El consejero de Obras Públicas se quejó de la desinformación del Gobierno sobre la situación del tráfico aeroportuario e informó de que hace un mes envió un escrito al ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, en el que solicitaba información y ofrecía a la Junta para estudiar soluciones. "Al cabo de un mes me ha contestado que los asuntos de Iberia competen al Ministerio de Industria y que contacte con ellos", lamentó. "No voy a ser yo quien pida el cese del ministro", pero sí a denunciar su "irresponsabilidad" un vez más, explicó el consejero. De esta misma falta de información se ha quejado también la Unión de Consumidores de Andalucía, cuya directiva se reunió ayer en Málaga con Vallejo para estudiar la situación. El secretario general de este colectivo, Juan Moreno, describió la situación como un "cúmulo de despropósitos" de consecuencias "incalculables" para la economía regional y especialmente preocupante en Málaga y Cádiz. Los consumidores no precisaron el número de quejas que han recibido de los usuarios, sólo informaron de manera genérica de que "los teléfonos se caen", pero denunciaron que reciben obstáculos de Iberia y Aena para tramitarlas. Distintas asociaciones de usuarios y consumidores se han dirigido a los partidos políticos para pedirles la elaboración de un proyecto de ley que regule los derechos de los usuarios de los transportes aéreos de forma específica y sistematice un plan de indemnizaciones en caso de retrasos similar a los de Renfe. Según la Unión de Consumidores, en las últimas semanas se han suspendido 30 vuelos en el aeropuerto de Málaga. Ayer mismo Iberia y Aviaco cancelaron cada una un vuelo a Madrid, mientras que los retrasos llegaron a hora y media. El caos creado, lamentaron, tiene además un efecto disuasorio y ha obligado a muchos usuarios a renunciar a viajar en avión. La Unión de Consumidores de Andalucía coincidió con Vallejo en sus sospechas de que el origen de la actual situación puede deberse a estrategias de privatización y negocio de la compañía Iberia. "No soy partidario de que los servicios públicos de transportes se conviertan en un negocio donde lo único que importan son los beneficios", explicó Vallejo, quien puso como ejemplo que si Renfe se tuviera que regir por estos mismos criterios debería cerrar "la mitad" de las líneas que tiene. El consejero de Obras Públicas insistió en la falta de planificación del Gobierno a la hora de liberalizar el tráfico aéreo y la obligatoriedad de que Iberia haga pasar todos sus vuelos por Barajas, "porque estalla". El consejero de Obras Públicas disintió del análisis de la consejería de Turismo sobre la necesidad de que la comunidad autónoma asuma las competencias aeroportuarias. Según Vallejo, la Junta sí está abierta y dispuesta a negociar estas transferencia, pero no la considera prioritaria y estima que no tiene nada que ver con la situación de caos aéreo, que si bien tiene sus causas en una mala gestión, están relacionadas principalmente con la falta de planificación y con la liberalización de transporte aéreo.

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